Nissan cerrará su planta de Barcelona como parte de su plan de reestructuración a nivel mundial, según el rotativo japonés Nikkei. La instalación genera 3.200 empleos directos y 25.000 indirectos. Sus empleados están en huelga indefinida desde la semana pasada. Fuentes de la dirección consultadas por ABC se negaron a comentar la noticia y remitieron a lo que se pueda informar el próximo 28 de mayo, cuando la multinacional tiene previsto presentar su plan estratégico.
De acuerdo con Reuters, el citado plan sentará las bases para reducir su presencia en Europa para centrarse en Nortemérica, China y Asia. Nissan optaría de forma paralela por reducir la capacidad actual de producción del fabricante de siete millones de unidades a cinco millones y medio. La consellera de Empresa de la Generalitat de Cataluña, Àngels Chacón, ha reclamado en declaraiones a Efe «lealtad y claridad» a Nissan, si bien ha desvelado que este martes contactó con el presidente de Nissan en Europa y con el consejero delegado de la planta de Nissan en Barcelona y que ambos le dijeron que la decisión «no estaba tomada».
Pese a estas consideraciones, el desánimo entre los sindicatos es patente, conscientes de que los presagios más pesimistas, tras sucesivos ejercicios de recortes en la producción, podrían confirmarse.
El año pasado, la planta de Barcelona fabricó unas 55.000 unidades, el 10% de la fabricación de la multinacional en Europa, que se concentra fundamentalmente en una gran instalación en Sunderland, en Reino Unido. De confirmarse el cierre, la producción de la factoría barcelonesa, que actualmente produce la pick up Navara y versiones de ésta para Renault (modelo Alaskan) y Mercedes (Clase X), además de la furgoneta eléctrica e-NV200, sería derivada, de nuevo según Nikkei, a otras factorías de su socio Renault.
La planta de Barcelona, formada por una instalación de montaje de vehículos en Zona Franca y dos satélites en Montcada y Sant Andreu, retomó su actividad el pasado 4 de mayo, pero paró dos días después por la huelga indenifida convocada por la plantilla, precisamente motivada por el temor a que las instalaciones cierren de manera definitiva. Entre los sindicatos, despertó sospechas que la multinacional quisiera únicamente reactivar la línea de las pick-up, para terminar un pedido de Clase X, modelo que dejará de producirse este mayo.
En contra de la instalación barcelonesa juega que apenas opera por debajo del 30% de su capacidad, un nivel inasumible para cualquier instalación, tras perder en los últimos años modelos como el compacto Pulsar. El año pasado, Nissan anunció una inversión de setenta millones de euros (a cambio de un acuerdo con los sindicatos para alcanzar 600 salidas voluntarias) para la construcción de una nueva planta de pintura, indispensable para continuar funcionando a partir de 2023, cuando una nueva normativa europea prohibirá la utilización de disolventes. En octubre, la Generalitat de Cataluña dio luz verde a una subvención de tres millones de euros, repartida entre 2020, 2021 y 2022, para este fin. Y el pasado enero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró, tras reunirse con la cúpula de la Alianza Renault Nissan en el Foro de Davos, que el mantenimiento del empleo en la planta «está garantizado».
Ahora bien, el automóvil ha sufrido un fuerte impacto por el coronavirus, que ha obligado a mantener cerradas durante varias semanas tanto las fábricas de vehículos como los concesionarios, primero en China y luego en Europa y Estados Unidos. En el caso de Nissan, ésta cerró su último ejercicio fiscal (el 31 de marzo) con unas pérdidas que podrían rondar los 818 millones de euros, cifra que rectifica muy a la baja los pronósticos iniciales, que hablaban de un beneficio neto de 65.000 millones de yenes, unos 561 millones de euros.
Con el objetivo de reducir costes y de revitalizar su alianza, Nissan y Renault quieren incrementar del 40 al 70% el porcentaje de elementos comunes de sus vehículos, según Nikkei. Para ello, adoptarían plataformas comunes, y unirían esfuerzos para desarrollar sus futuros modelos electrificados. Significativamente, Renault ha puesto en el mercado este año modelos con una nueva tecnología híbrida de desarrollo propio, e-Tech, mientras que Nissan ha trabajado paralelamente en su propia tecnología, e-Power, que también preveía comercializar en Europa.
Repatriación de modelos a Francia
En este contexto, el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, avanzó a comienzos de semana en una entrevista radiofónica que pedirá a los fabricantes galos un plan para repatriar parte de su producción desde terceros países a cambio de un plan de ayudas, con incentivos a la compra de vehículos. El Gobierno galo trabaja además en un préstamo de 5.000 millones de euros para Renault, que ya antes del coronavirus atravesaba una difícil situación económica, agravada tras la detención de su ex CEO, Carlos Ghosn, también máximo ejecutivo de Nissan, en Japón.
En la actualidad, Renault posee el 43,7% de Nissan, mientras que Nissan tiene el 15% de Renault, aunque sin derecho a voto. A su vez, el Estado galo es propietario de otro 15% de Renault. No obstante, aunque Renault controla Nissan desde 1999, la relación empresarial se enfrió tras la detención de Ghosn. Éste acusó posteriormente a la empresa y al Gobierno japonés de un «pacto ilícito» para expulsarle de la dirección de la empresa.
Las plantas de Renault en Francia están bien posicionadas de cara a atraer los nuevos lanzamientos de Nissan en Europa. La factoría de Douai producirá dos versiones sobre la plataforma CMF_EV, sobre la que Nissan quiere comercializar su futuro todocamino eléctrico, basado en el concept car Ariya que se desveló en el Salón del Automóvil de Tokio de 2019. De hecho, este jueves Reuters ha desvelado que dicha factoría dejaría de fabricar los modelos Espace, Scenic y Talisman para concentrarse en la producción de dos nuevos modelos de la Alianza con plataforma eléctrica.
Por otro lado, Renault ya ha adaptado su factoría en Maubeuge para producir la tercera generación de la furgoneta Kangoo y su variante eléctrica ZE, que podría servir de base para el sustituto de la e-NV200 barcelonesa. Actualmente ya se comercializa una derivación para Nissan de la segunda generación de la Kangoo, dominada NV250, que ocupa el nicho de las alternativas de combustión de la furgoneta barcelonesa, que se dejaron de producir el año pasado.
Los comités de empresa de Nissan se reunirán mañana viernes con representantes del Departamento de Trabajo de la Generalitat, que los ha convocado para abordar el conflicto de las plantas de la compañía en Barcelona, de acuerdo con Efe. Hasta el momento, las centrales no han querido «hacerse eco» de la noticia, que, aseguran, «pueden ser filtraciones interesadas para desestabilizar la huelga», y reclaman a la dirección que ponga de una vez sus cartas sobre la mesa.
Según el sindicato CC.OO., los comités explicarán al Govern que exigen a Nissan que garantice los puestos de trabajo de las plantas que tiene en Cataluña y en el resto de España, y denunciarán la vulneración de derecho a huelga por parte de la multinacional nipona, lo que motivó que el pasado martes interpusieran una demanda judicial contra la dirección. Las centrales critican que los trabajadores afectados por el paro, que únicamente se ha centrado en la planta satélite de Montcada (dejando sin piezas a la planta principal, en la Zona Franca) hayan sido reincorporados al ERTE iniciado por causa del coronavirus.
abc
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