Todos los luchadores que compitieron en el evento UFC 249, que comenzó el 9 de mayo en Florida, tuvieron que firmar un acuerdo para participar en el mismo, según un documento al que tuvo acceso Reuters.
Una cláusula, dentro de ese contrato, establece que "el competidor no sugerirá ni comunicará a ninguna persona o entidad" que el evento "se ha llevado a cabo o se llevará a cabo sin la debida seguridad por la salud u otras precauciones, ya tengan relación con el covid-19 o no".
En el documento también se afirma que, si un luchador no cumple la cláusula, "la compañía puede revocar de manera total o parcial los honorarios y premios ganados", desde la bolsa por la pelea hasta otros bonos o regalías de la venta de mercancías relacionadas con estas veladas.
Un portavoz de la UFC declinó hacer comentarios a Reuters sobre esta cláusula y la posibilidad de imponer sanciones, y se refirió a las palabras del presidente de la UFC, Dana White, quien dijo este sábado, después de la velada, que "la cláusula figura en todos los contratos. Si un peleador dijera que no se hicieron pruebas, violaría el acuerdo. Pero si dice algo que era verdad, dando su opinión, es otra cosa".
En las semanas previas al evento, el luchador Greg Hardy, quien sufre asma, había dicho que tenía miedo de subir al ring, pero finalmente compitió y venció al invicto Yorgan de Castro. Otra pelea, entre Ronaldo Souza y Urial Hall, fue cancelada porque Souza dio positivo por coronavirus.
La UFC 249 del 9 de mayo fue la primera de las tres veladas que se realizarán en Jacksonville en una semana. La próxima está programada para el miércoles 13 y tres días después será la tercera.
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