Zidane quiere poner al equipo a funcionaren conjunto. Los futbolistas llevan dos meses sin realizar jugadas, sin analizar acciones a balón parado, sin inventar nuevas incursiones por la banda, sin combinar para rematar y sin ejercitar la salida de balón. El lunes comenzará a llevar a cabo un trabajo táctico perdido durante dos meses justos, desde el 11 de marzo.

Será una jornada especial la que vivirán el 11 de mayo, un retorno pausado hacia la normalidad. Tras dos meses de ejercitación casera, individual, las sesiones telemáticas del preparador físico de la plantilla darán paso al trabajo de campo tan necesario.

Los futbolistas lo echan de menos. Será una labor conjunta en grupos de seis hombres, suficiente para ensayar todas las jugadas perdidas durante sesenta días.

Con seis profesionales se pueden hacer pases desde los dos flancos, dos rematadores y dos porteros en una portería.

Con seis profesionales se puede disparar al tercer portero en el otro lado del campo, con un jugador que centra a quien le devuelve la pelota para disparar. Puede haber cinco hombres para ello que roten en el pase y el tiro.

Con seis profesionales se puede jugar con un lateral, un extremo en combinación y el pase rematado por dos delanteros, con dos guardametas relevándose cada dos disparos.

Con seis hombres se puede hacer la salida de balón con un guardameta, dos centrales, el lateral de turno y dos mediocampistas.

Estas diferentes opciones ocuparán dos o tres campos distintos de fútbol, con un técnico en cada grupo.

Al final, habrá partidillos de tres contra tres y disparos a portería de todos en grupos de seis. Así prepara el Real Madrid el retorno al fútbol de verdad.

Los jugadores de Zidane se encuentran en buen estado de revista para luchar por la Liga. El título se observa a dos puntos de distancia y el optimismo es generalizado. Una moral que creció cuando el preparador físico del Barcelona adujo que la plantilla azulgrana se encuentra a un 30 por ciento del estado de forma ideal para estas fechas de la temporada, en mayo. Aquellas palabras sonaron un poco a victimismo para reaccionar, pero el Real Madrid, como todos los clubes, saben que en esta situación vencerá quien se adapte mejor a esta reacción tras dos meses de parón en los meses decisivos.

El plantel blanco se siente bien. Las pruebas de control físico realizadas a los jugadores del Real Madrid telemáticamente en sus casas dan un buen resultado físico de todo el plantel. No han cogido ningún kilo y muchos encuentran más finos que antes. Marco Asensio está como un tiro. Es el ejemplo, puede jugar ya si hoy se pudiera comenzar a competir en la Liga. Y Eden Hazard ha vuelto bien preparado, en forma, fino, más fino que cuando comenzó la temporada en agosto del año pasado.

Ha habido mucha disciplina de trabajo en estos 57 días. Zidane tiene que decidir si entrenar individualmente el domingo en Valdebebas, o si espera el lunes para entrenar en grupos de seis hombres las jugadas, remates y partidos de tres contra tres, para recuperar las combinaciones y el juego de conjunto perdido durante dos meses.

Eden Hazard rinde homenaje al antiguo lema de la casa Real británica: «James (Santiago, ayudante de cámara), vísteme despacio que tengo prisa», palabras que después hicieron suyas toda clase de lores y otras huestes de la literatura y la política del parlamento más famoso del mundo. Pasado el test y camino de volver a la normalidad, el jugador ha aprendido a fuerza de golpes que la mejor manera de llegar a rendir bien y con una buena puesta a punto es ir despacio en los entrenamientos particulares . Vio a sus compañeros en Valdebebas y hay una meta: la Liga.

Asume que debe reaparecer cuando toque. El parón del fútbol provocado por el maldito coronavirus, con cuarenta mil fallecimientos reales en España, ha supuesto que el belga pueda entrenarse en casa muy duramente, ayudado por un fisioterapeutas que le ha ayudado cada día.

El balompié se ha detenido durante tres meses, el balón se ha quedado pinchado y el jugador trabaja periódicamente con su ayudante en casa para encontrar la mejor recuperación tras la segunda operación sufrida en el mismo peroné . Dará un paso adelante con el trabajo de campo.

Ya está en la segunda fase de la recuperación, en la etapa que ejercita y mueve la pierna intervenida quirúrgicamente. Las cosas de palacio van despacio, sí. Para que Hazard vuelva en buenas condiciones a la normalidad de su fútbol calcula que puede reaparecer en julio. Su meta es aportar su calidad a partir de ese mes y ayudar en las seis u ocho jornadas de Liga finales del campeonato español, si es que comienza a jugarse en el ecuador de junio. Cada atraso en ese estreno de la Liga es un beneficio individual para Eden.

Para Hazard sería magnífico poder colaborar en la consecución del título y marcar algunos goles decisivos es su reto. Ahora debe incorporarse a Valdebebas en cuestión de unos días. En su caso no es tan importante hoy ejercitarse en el campo, porque su trabajo fundamental es la flexibilidad y la movilidad de su pierna y eso lo trabaja con el fisioterapeuta en las máquinas que ha utilizado en casa en los últimos dos meses. Tiene un objetivo: ganar la Liga y estar en el campo cuando el equipo lo intente y lo consiga.

Ha trabajado en casa tras la operación de tobillo a la que se sometió el 5 de marzo en Dallas, consecuencia de la lesión que sufrió en el Ciutat de Valencia frente all Levante. Cuatro meses antes ya se había lesionado en ese mismo peroné, una fisura similar pero en otra zona, por una entrada de Meunier (PSG) el 26 de noviembre.

Aquella rotura de noviembre frenó en seco su mejoría, tras unos meses complicados. Los servicios médicos del club decidieron en diciembre un tratamiento conservador del tobillo afectado, el derecho, del que ya había sido intervenido en 2017, cuando militaba en el Chelsea.

Tras la patada de Meunier en el otoño, el jugador regresó al fútbol en febrero, ante el Celta. Jugó a un gran nivel. Sin embargo, en el siguiente partido, la visita al Levante, el jugador fue destrozado otra vez, por otra entrada. Ahora, tres meses después de la desgracia vivida en Valencia, Eden ve cerca la luz del edén.

Su sueño sería jugar la Champions. Estar en el reto de la proeza en el Etihad, donde el Real Madrid necesita dos goles. y marcar el gol determinante. Lo dice, sueña con ello.

Marco Asensio vuela. El mallorquín que costó cuatro millones hace cuatro años quiere ganar su segunda Liga en el campo. El jugador «distinto», el que siempre que coge el balón encara al rival para intentar regatearle, se ha visto beneficiado particularmente por este parón de la competición que ha provocado la maléfica pandemia. Objetivo: jugar las once jornadas de Liga y estar en Manchester. Lo ambiciona todo . Los test de coronavirus son el comienzo del camino hacia un reto.

Lesionado en el mes de julio con la triada, ataca la última fase de su puesta a punto para jugar. Se encuentra listo para reaparecer cuando las autoridades digan que el fútbol español puede volver a jugar. El mallorquín ha sido constante en los diez meses de trabajo para volver a empezar a ser importante en el Real Madrid. Marco Asensio no han presentado ningún problema en este largo proceso de evolución, según ha podido saber ABC. Ha trabajado muy bien, no ha sufrido ningún contratiempo y desde hace un mes esta listo para saltar al campo desinfectado diariamente por orden de la Liga.

El frenazo de la competición le ha dado tiempo, aunque no le ha permitido entrenarse en el campo, como quería, hace cincuenta días, pues ya estaba a punto de integrarse totalmente en el trabajo con la plantilla.

Mernos mal que en casa ha podido hacer casi todo en su preparación, en el jardín, pero le falta, como a todos, el contacto con los compañeros, el choque, la combinación de la jugada. Eso lo recuperará en dos semanas. Lo más importante para el balear es que está preparado para que Zidane cuente con él. Asensio lo tiene muy claro: quiero estar listo para jugar cuando el francés decida la primera convocatoria de la Liga. Su deseo, después de sufrir tantos meses en la oscuridad del sacrificio escondido, es ser protagonista en las once últimas jornadas y ganar su segundo título de Liga de su carrera.

El sueño es el mismo que expresa Hazard: marcar un gol decisivo en Manchester, ese tanto que clasificaría al Real Madrid para los cuartos de final de la Copa de Europa. Le encantaría que el club tuviera que devolver a los socios el dinero por no poder presenciar en el Bernabéu el encuentro frente al rival de turno en los cuartos de final de la Champions, pues se disputaría sin público.

De momento se conforma con estar perfectamente para jugar cuando las autoridades lo permitan. Ya está listo. Vuela. Hay que pararle cuando pise el césped, pues quiere comerse el mundo y ponerse a correr por los campos de la ciudad deportiva cuando Zidane decida.

El francés ya tiene un fichaje: Asensio. Se ha preparado muy bien durante diez meses y solo necesita ese trabajo de campo, el choque, la combinación, la pared, el fútbol de conjunto, para recuperar sensaciones. Al campo a trabajar. Es el anhelo de los futbolistas. Hemos superado los cincuenta días de confinamiento y el futbolista echa de menos el entrenamiento en el campo. Asensio, el que más. Diez meses nada menos sin vivir el esplendor en la hierba.

abc

Etiquetas: