No obstante, las autoridades advierten que es más adecuado comparar no la cantidad de fallecidos, sino la tasa de mortalidad.
El Gobierno británico informó que otras 693 personas murieron en hospitales, asilos y otros lugares después de ser diagnosticados con COVID-19 en las últimas 24 horas. De esta manera, para la mañana del 6 de mayo, un total de 29.501 personas han perdido la vida en el reino, contra las 29.315 en Italia, el foco de la pandemia en Europa.

El ministro del Exterior británico, Dominic Raab, afirmó que el número de muertes constituye una "tragedia a gran escala'' pero añadió que es muy pronto para hacer comparaciones internacionales, en parte, debido a las aparentes diferencias en la forma en que las naciones reportan los fallecimientos.

"Hay diferentes maneras de contar las muertes y como sabemos, hemos tenido ese debate en este país. Ahora publicamos datos que incluyen todas las muertes en todos los entornos y no todos los países lo hacen, por lo que no estoy seguro de que la comparación internacional funcione a menos que usted sepa que todos los países están midiendo de la misma manera", afirmó el ministro ante la prensa.

Con él concordó la subdirectora médica de Reino Unido, la doctora Jenny Harries, quien indicó que es más oportuno comparar los índices de letalidad y no las cifras absolutas de fallecidos. Así, al considerar el tamaño de sus poblaciones, la tasa de mortalidad en el Reino Unido es menor a las de Italia, España y su vecina Bélgica, que muestra el mayor índice de letalidad del mundo.

Para la fecha, la pandemia del coronavirus se ha llevado la vida de más 257.000 personas y contagiado a más de 3,6 millones de personas. No obstante, la situación es desigual en diferentes regiones del mundo: mientras China —foco global del coronavirus— vuelve a la normalidad y Europa cautelosamente entra en la etapa de desconfinamiento, países como EEUU y Rusia solo ven incrementar vertiginosamente la cantidad de contagiados y fallecidos.

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