El primer visitante interestelar llegó de un mundo hecho añicos

  14 Abril 2020    Leído: 538
El primer visitante interestelar llegó de un mundo hecho añicos

Oumuamua, proveniente de más allá del sistema solar, puede ser el fragmento alargado de un planeta destrozado por una estrella lejana.

Desde su descubrimiento el 19 de octubre de 2017 por un telescopio en Hawái, el misterio ha rodeado al primer visitante llegado de más allá del sistema solar, un objeto con forma de cigarro bautizado como Oumuamua (algo así como el primer mensajero en hawaiano). La roca no se parecía a nada existente en nuestro vecindario. Su superficie seca, su forma inusualmente alargada y su movimiento desconcertante incluso llevaron a algunos científicos a preguntarse si se trataba de una sonda alienígena.

Un nuevo estudio publicado en «Nature Astronomy» pretende aclarar el origen y la forma de este extraño cuerpo. La explicación puede no ser tan excitante como la que apunta a un enviado de otra civilización, pero ofrece respuestas que encajan como un puzle. Basado en nuevas simulaciones por ordenador, cuenta una historia de destrucción. El paso de una estrella destrozó un mundo lejano, dejando una resto de fragmentos largos y delgados. Algunos de ellos fueron lanzados al espacio y millones o miles de millones de años después uno de ellos llegó hasta nuestro sistema. Las simulaciones explica tanto la forma como el curioso movimiento observado en el visitante interestelar.

Oumuamua «es realmente misterioso, pero algunos signos, como sus colores y la ausencia de emisión de radio, apuntan a un objeto natural», señala Yun Zhang, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias de China y autor principal del estudio.

Los astrónomos siempre han sospechado que existían objetos interestelares paseándose por nuestro sistema solar y que era cuestión de tiempo descubrirlos, pero creían que se parecerían más al cometa interestelar recientemente descubierto, llamado Borisov, un cuerpo helado como los que pueblan la nube de Oort, un reservorio de cometas en los confines de nuestro sistema solar. Estos objetos evolucionan a distancias muy grandes de sus estrellas anfitrionas y a menudo son expulsados de sus sistemas por interacciones gravitacionales. También son muy visibles debido a la sublimación de compuestos volátiles, lo que crea el coma (o "cola") de un cometa cuando el Sol lo calienta. Sin embargo, Oumuamua sorprendió por su apariencia seca, más parecida a un asteroide, lo que indica un escenario de eyección diferente. Por si eso fuera poco, la forma alargada y las curiosas aceleraciones atribuidas al vapor de agua bajo su superficie dejaron desconcertados a los astrónomos.

Interrupción de mareas
Los autores del estudio creen haber resuelto todas las incógnitas. En su escenario, Oumuamua proviene de un sistema con planetas que orbitan una estrella central que puede destruirlos si se acercan demasiado. Cuando un cuerpo más pequeño pasa muy cerca de uno mucho más grande, las fuerzas de marea del cuerpo más grande pueden romper el más pequeño, como sucedió con el cometa Shoemaker-Levy 9 cuando se acercó a Júpiter.

Pues bien, los investigadores descubrieron que si un pequeño planetesimal, un cometa o un mundo similar a una supertierra pasa a 350.000 km de su estrella, la gravedad de esta los estirará y hará añicos, un proceso que los astrónomos llaman interrupción de mareas. Algunos de los fragmentos podrían ser extremadamente alargados, como Oumuamua, que acabarían lanzados al espacio interestelar.

El modelado térmico de los investigadores mostró que la superficie de los fragmentos resultantes se derretiría a una distancia muy corta de la estrella y se volvería a condensar a mayores distancias, formando así una corteza cohesiva que garantizaría la estabilidad estructural de la forma alargada.

«La difusión de calor durante el proceso de interrupción de las mareas estelares también consume grandes cantidades de volátiles, lo que no solo explica los colores de la superficie de Oumuamua y la ausencia de coma visible, sino que también aclara la sequedad inferida de la población interestelar», explica Zhang. «Sin embargo, algunos volátiles de alta temperatura de sublimación enterrados bajo la superficie, como el hielo de agua, pueden permanecer en forma condensada».

Las observaciones de Oumuamua no mostraron actividad cometaria, y solo el hielo de agua es una posible fuente de desgasificación para explicar su movimiento no gravitacional. Si Oumuamua fue producido y expulsado por este escenario, se podría activar un montón de hielo de agua residual durante su paso por el sistema solar. La desgasificación resultante provocaría aceleraciones que coinciden con la trayectoria de cometa de 'Oumuamua.

¿Generador de vida?
Además, el trabajo apunta un dato interesante. Como estos objetos pueden atravesar los dominios de zonas habitables, no se puede descartar la posibilidad de que puedan transportar materia capaz de generar vida (un teoría llamada panspermia). «Este es un campo muy nuevo. Estos objetos interestelares podrían proporcionar pistas críticas sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios», dice Zhang.

Según Douglas NC Lin, de la Universidad de California, Santa Cruz, y coautor del estudio, «Oumuamua es solo la punta del iceberg. Anticipamos que muchos más visitantes interestelares con rasgos similares serán descubiertos en el futuro».

abc


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