La declaración reza: "El 2 de abril de 1993 el distrito de Kalbajar de Azerbaiyán fue ocupado por las fuerzas armadas de Armenia. Kalbadjar, situado más allá de la región de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán, fue ocupado como resultado de una operación ofensiva llevada a cabo principalmente desde el territorio de Armenia utilizando armamento pesado, helicópteros artillados Mi-24 y aviones de ala fija avanzados de Armenia.

Como resultado de la ocupación, hasta 60.000 habitantes de Kalbadjar fueron sometidos a una depuración étnica y expulsados de sus tierras natales, 511 civiles inocentes fueron asesinados y 321 personas fueron tomadas como rehenes o desaparecieron. En la actualidad, más de 70.000 residentes de Kalbadjar residen temporalmente en diferentes regiones de Azerbaiyán como desplazados internos.

Los recursos minerales naturales de Kalbajar son objeto de explotación ilegal. Armenia, en flagrante violación del derecho internacional humanitario, transfiere colonos de origen armenio al distrito ocupado de Kalbadjar, con miras a modificar las características demográficas de esos territorios.

En respuesta a la ocupación del distrito de Kalbadjar, el 6 de abril de 1993 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la resolución 822, en la que reafirmó "la inviolabilidad de las fronteras internacionales y la inadmisibilidad del uso de la fuerza para la adquisición de territorio" y "exigió la retirada inmediata de todas las fuerzas de ocupación del distrito de Kalbajar y de otras zonas recientemente ocupadas de Azerbaiyán". Tras la aprobación de esto, el Grupo de Minsk de la OSCE elaboró el "calendario de medidas urgentes" para aplicar la resolución.

Hasta ahora, Armenia sigue haciendo caso omiso de las exigencias de aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La escalada de la situación a lo largo de la línea de contacto el 2 de abril de 2016 como resultado de los ataques de las fuerzas armadas de Armenia a los asentamientos densamente poblados de civiles azerbaiyanos con armas pesadas demostró una vez más que la presencia ilegal de las fuerzas armadas de Armenia en los territorios ocupados de Azerbaiyán sigue siendo una importante amenaza para la paz y la seguridad regionales. En respuesta a los ataques de Armenia, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán han adoptado contramedidas, que han dado lugar a la prestación de seguridad a los civiles azerbaiyanos que residen en las inmediaciones de la línea de contacto mediante la liberación de territorios y alturas estratégicamente importantes de la ocupación.

Armenia tiene que entender que la ocupación de las tierras de Azerbaiyán, incluido el distrito de Kalbajar, es temporal. Armenia es responsable de todas las actividades ilegales en los territorios ocupados de Azerbaiyán y, tarde o temprano, el Estado agresor responderá de sus actos ilegales.

La parte armenia debe poner fin a su política de anexión y limpieza étnica y cumplir sus obligaciones internacionales, así como las exigencias de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las decisiones de otras organizaciones internacionales.

La única forma de lograr una paz duradera y perdurable es garantizar la retirada incondicional y completa de las fuerzas armadas armenias de los territorios ocupados de Azerbaiyán, el ejercicio por parte de las personas desplazadas por la fuerza su derecho inalienable a regresar a sus lugares de origen en condiciones de seguridad y dignidad".

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