Cien bombas como las de Hiroshima bastarían para causar la mayor hambruna de la Historia

  19 Marzo 2020    Leído: 812
Cien bombas como las de Hiroshima bastarían para causar la mayor hambruna de la Historia

Un estudio afirma que una guerra nuclear a pequeña escala, como la que puede enfrentar a India y Pakistán, reduciría gravemente los cultivos mundiales durante una década.

Un estudio de la Universidad de Rutgers (EE.UU.) publicado hace unos meses advertía de la devastación en todo el planeta que supondría una guerra nuclear total entre Estados Unidos y Rusia. La catástrofe conllevaría un invierno nuclear global, provocado por el hollín en el aire generado por las bombas atómicas, con temperaturas bajo cero incluso durante el verano en el hemisferio norte. La población mundial, 7.700 millones de personas, podría morir de hambre.

Pues bien, una nueva investigación llevada a cabo por 19 científicos de cinco países asegura que no hace falta una contienda de ese tamaño para provocar un invierno nuclear en todo el mundo y causar la mayor hambruna de la Historia moderna.

El informe, que tiene en cuenta los últimos modelos de clima global, producción de cultivos y comercio, asegura que sería suficiente el choque menos gigantesco pero quizás más probable entre dos enemigos con armas nucleares como India y Pakistán para conducirnos al desastre global. La guerra limitada entre ambos causaría una escasez de alimentos sin precedentes en todo el planeta y una hambruna que duraría más de una década. El estudio aparece publicado en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences» (PNAS).

14.000 cabezas nucleares en el mundo
De las 14.000 ojivas nucleares que hay en todo el mundo, cerca del 95% pertenecen a EE.UU. y Rusia. India y Pakistán tienen unas 150 cada uno. El estudio contempla un escenario de guerra entre ellos en 2025, en la que cada uno soltara 50 bombas del tamaño de Hiroshima. ¿Parece mucho? Pues es menos del 1% del arsenal mundial estimado.

Además de las muertes directas de cien millones de personas, los autores aseguran que las tormentas de fuego que siguen a los bombardeos lanzarían unos cinco millones de toneladas de hollín hacia la estratosfera. Allí se extendería a nivel mundial y permanecería, absorbiendo la luz solar y reduciendo las temperaturas medias globales 1,8ºC durante al menos cinco años. Las consecuencias serían terribles para la agricultura global. La producción de los cuatro principales cultivos de cereales -maíz, trigo, soja y arroz- caería un 11% durante ese período, con efectos decrecientes que durarían entre cinco y diez años.

«Esta guerra regional limitada tendría implicaciones indirectas devastadoras en todo el mundo. Superaría la hambruna más grande documentada en la Historia», asegura Jonas Jägermeyr, científico en el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y director del estudio.

El sur, más afectado
Los cultivos más afectados serían los de E.UU.,Canadá,Europa, Rusia y China, pero, paradójicamente, las regiones del sur, que dependen de los excedentes del norte, sufrirían mucho más. Unos 70 países en gran parte pobres (una población de 1.300 millones de personas) verían caer los suministros de alimentos en más del 20%.

Los cultivos, especialmente en el norte, no soportarían las caídas de temperaturas y les costaría madurar. El maíz, la principal cosecha de cereales del mundo, podría caer en casi un 20% en EE.UU. y un sorprendente 50% en Rusia. El trigo y la soja también soportarían fuertes caídas. En el sur, el arroz podría aguantar más e incluso aumentar las cosechas de maíz en América del Sur y África.

Prohibición de exportaciones
Las naciones desarrolladas podrían vivir de sus excedentes, pero prohibirían las exportaciones para proteger a sus propias poblaciones. Cuatro o cinco años después, muchos países que ya luchan contra la desnutrición, soportarían caídas catastróficas en la disponibilidad de alimentos. Somalia, Níger, Ruanda, Honduras, Siria, Yemen y Bangladesh estarían entre los más afectados. Según los científicos, los efectos sobre la disponibilidad de alimentos serían cuatro veces peores que cualquier sequía, inundación o erupción volcánica registrada. Y los autores dicen que su estudio es conservador, ya que no tiene en cuenta los posibles efectos de la lluvia radiactiva o la posibilidad de que más rayos ultravioleta alcance la Tierra como consecuencia última del hollín.

Aunque Irán y Corea del Norte reciben mucha atención por sus programas nucleares, muchos expertos consideran a India y Pakistán como los jugadores más peligrosos por sus eternos conflictos por el territorio. Ambos países han tenido cuatro guerras a gran escala y recientemente las tensiones por la región de Cachemira han vuelto a estallar.

«No estamos diciendo que un conflicto nuclear está a la vuelta de la esquina. Pero es importante entender lo que podría suceder», advierte Jägermeyr.

Como dice Alan Robock, de la Universidad de Rutgers, estos resultados «se suman a las razones por los cuales las armas nucleares deben eliminarse. Por terribles que sean los efectos directos de las armas nucleares, más personas podrían morir fuera de las áreas de objetivo debido a la hambruna».

abc


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