"Es necesario continuar las luchas por la defensa de los territorios con un enfoque integral, luchar contra el embate neoliberal, contra los desalojos y los despojos, reivindicando el derecho a la tierra, al agua, a la vivienda y a la ciudad, así como a la función social de la propiedad", destaca el texto de la declaratoria que se leyó en la Universidad Central del Ecuador, en Quito, frente a centenares de personas. The #Habitat3 Conference concludes with the Adoption of the #NewUrbanAgenda by Member States.

Allí mismo se indicó que desde Resistencia Hábitat III se defienden territorios "para el disfrute de todos y todas, en los que tengamos la oportunidad de participar en los procesos democráticos, en la toma de decisiones, desde la escala barrial hasta la escala nacional e internacional". Resistencia Popular Hábitat III realizó eventos paralelos a la Conferencia de la ONU sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, entre ellos marchas hasta la sede de la conferencia para ser escuchados, lo que no ocurrió debido al acordonamiento policial en los alrededores del evento, que además fue amurallado con vallas durante los cuatro días que duró.

"Para la ONU no existe el tema de los desalojos, es algo que pasa desapercibido, entonces lo que queríamos con esta marcha era llevar hasta la ONU Hábitat este modelo que estamos promulgando, de hacer los territorios desde otra óptica, pero no nos dejan pasar para hacer llegar esos reclamos", señaló a periodistas Manuel Bayón, integrante del colectivo, tras uno de los fallidos intentos de llegar hasta la Conferencia. Parte del movimiento social son también los habitantes de una de las invasiones más grandes de Ecuador: Monte Sinaí, ubicada en la ciudad costera de Guayaquil y que desde hace varios años ha sido mayoritariamente desalojada por el Gobierno ecuatoriano. Una de sus voceras, Patricia Sánchez, manifestó que "hasta ahora, en seis años que el territorio ha estado controlado por el Estado, no hay una sola obra que signifique avance para la comunidad, al contrario, a la población se le ha prohibido hasta que cambien las cañas (material de las paredes) de sus casas".

Estas organizaciones sociales, que culminaron su agenda este jueves con una nueva manifestación cerca de Hábitat III, defienden también "una integración entre los diferentes territorios que no esté fundamentada en la subordinación, en la exclusión y la dependencia" y señalan que por ello "es necesario cambiar el modelo de producción-consumo". "Nosotros, los invisibles, el 99,99% de la población, alzamos nuestras voces exigiendo reconocimiento y respeto por las múltiples formas que tenemos de habitar", añade el texto. En estos encuentros alternativos participaron representantes de México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Venezuela, Uruguay, Italia, Inglaterra, Chile, Argentina, Perú, Japón, El Salvador, India, EEUU, Alemania, España, Bélgica, Guatemala, Túnez, Corea del Sur, Palestina, República Democrática del Congo, Israel, Senegal, Zimbabue, Taiwán, Canadá, Marruecos, Kenia y República Dominicana.

Sputnik

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