“Nos sentimos fuertemente indignados y nos oponemos firmemente a eso”, ha denunciado este martes el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, durante su conferencia de prensa regular.

Vincular el virus a China es “una especie de estigmatización”, ha apostillado el vocero mientras ha urgido al Gobierno estadounidense que se enfoque antes que nada en sus propios asuntos.

Trump, en un mensaje emitido el sábado por la noche en su cuenta en Twitter se refirió al nuevo coronavirus como el “virus chino”.

“Estados Unidos respaldará poderosamente a aquellas industrias, como las aerolíneas y otras, que están particularmente afectadas por el virus chino. ¡Seremos más fuertes que nunca!”, escribió el mandatario.

Los comentarios de Trump se producen en una situación que él y su Administración han sido muy criticados por los círculos públicos y políticos estadounidenses por su mala gestión a la hora de contener y controlar la propagación del virus en Estados Unidos.

Pese a que a finales de diciembre pasado comenzó el nuevo coronavirus en la ciudad china de Wuhan, el origen del brote del virus aún es un enigma. 

La Cancillería china sostuvo el jueves que el Ejército de EE.UU. podría haber llevado el coronavirus a Wuhan. Dijo que el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., Robert Redfield, admitió el miércoles, durante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que algunos estadounidenses que aparentemente murieron de influenza tuvieron un resultado positivo para el nuevo coronavirus en el diagnóstico póstumo.

Esto mientras Philip Giraldi, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. opina que su país podría haber “creado” al temido virus, en colaboración con Israel, como un arma de guerra biológica para dañar a China e Irán. Sus declaraciones se suman a varios análisis que no descartan el papel de EE.UU. en esta epidemia que ya ha sido catalogada de pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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