"A partir del martes 17 de marzo, los restaurantes, bares y cafeterías solo podrán servir comida para llevar y entregar. Los clubes nocturnos, cines, teatros pequeños y salas de conciertos deben cerrar", dice un aviso publicado en el sitio web del Ayuntamiento.
De Blasio reconoció que no es una decisión tomada a la ligera.
"Estos lugares son parte del corazón y el alma de nuestra ciudad. Son parte de lo que significa ser neoyorquino. Pero nuestra ciudad enfrenta una amenaza sin precedentes y debemos responder con una mentalidad de guerra", señaló.
A partir del 16 de marzo se suspenden las clases en todas las escuelas públicas de Nueva York. Desde el día 23 se impartirán clases a distancia para ayudar a los niños a superar esta emergencia.
De Blasio recordó que 329 neoyorquinos hasta la fecha habían dado positivo por COVID-19 y cinco fallecieron.
"Sabemos que ambos números crecerán sustancialmente", advirtió el alcalde.
A lo largo del mundo se registraron más de 169.000 casos de infección, incluidos más de 6.500 decesos. Unas 77.700 personas ya se recuperaron de la infección.
De los más de 85.000 casos activos, la mayoría se concentran hoy en Italia, China, Irán, Corea del Sur y España.
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