Alex Salmond, uno de los políticos más importantes de Escocia, se sienta a partir de hoy en el banquillo acusado de 14 delitos sexuales contra diez mujeres, que incluyen un intento de violación y agresión sexual. El que fuera ministro principal del país entre 2007 y 2014 se ha declarado inocente de todos los cargos. Los dos más graves son la acusación de supuestamente haber intentado violar a una mujer en Bute House, su residencia oficial en Edimburgo en 2014 y la de agresión sexual por haber intentado violar a otra en el mismo lugar en el 2013. Después de ser acusado formalmente en noviembre del año pasado, aseguró a los periodistas en las afueras de los tribunales: «Soy inocente y defenderé mi posición enérgicamente, y el único lugar adecuado para responder a los cargos penales es este tribunal, y eso es exactamente lo que pretendemos hacer la próxima primavera».
El bautizado por los medios de comunicación como «juicio del siglo» tiene una importante trascendencia política no solo por Salmond, sino por los demás protagonistas: su defensa está a cargo de un reconocido abogado escocés, Gordon Jackson, que fuera miembro del partido laborista en el parlamento escocés y que perdió su escaño en Glasgow ante la actual ministra principal, Nicola Sturgeon, en el 2007. Además, el juicio, que se celebrará en el Tribunal Superior de Edimburgo, estará presidido por Leeona June Dorrian (conocida como Lady Dorrian), que es la segunda jueza más importante de Escocia. Y aunque la identidad de las víctimas no ha sido revelada, ya que por ley tienen derecho al anonimato, sí se sabe que entre ellas están una alta funcionaria del gobierno escocés, una política del Partido Nacional Escocés (SNP), una empleada del partido y algunas funcionarias públicas.
Impulsor del referéndum de independencia
Salmond, de 65 años e impulsor del referéndum de independencia escocés de septiembre de 2014, abandonó su cargo como líder del partido Nacional Escocés luego de perder la consulta. Dirigió la formación política entre 1990 y el 2000 y nuevamente desde el 2004 hasta el 2014, cuando el resultado del referéndum desencadenó su dimisión y que fuese sustituido por la actual ministra principal, Nicola Sturgeon, al frente del Gobierno y del Partido Nacionalista Escocés (SNP). Irónicamente, fue durante su Gobierno, en el 2009, que se aprobó una ley de delitos sexuales que ahora es la que servirá para juzgarlo. Está previsto que el juicio se extienda por hasta cuatro semanas y las tres opciones de veredicto, según la legislación escocesa, son «culpable», «no culpable» o «no probado». Este último implica la absolución.
Tras su retiro en el 2014, Salmond señaló que su intención era volver en algún momento a la primera fila de la política y dejó abierta la puerta a liderar la puesta en marcha de un segundo referéndum de independencia, pero las acusaciones sobre delitos sexuales hicieron imposible que cumpliera con ese objetivo. El juicio supone en todo caso una prueba no solo para él sino para el partido, del que sigue siendo una figura importante pese a los años que lleva inactivo y sobre todo por su cercana relación con la actual ministra principal Nicola Sturgeon, a quien muchos le reprochan no haber hecho nada con respecto a Salmond cuando supuestamente tenía conocimiento de las acusaciones por las que ahora se le juzga. Su relación, sin embargo, se ha enfriado en los últimos años.
Del juicio se sabrá poco hasta que haya sentencia, ya que según la ley de desacato, los periodistas o editores que divulguen cualquier información que pueda perjudicar un juicio penal, o que den información que pueda influir en la decisión de los quince miembros del jurado, podrían ser acusados de desacato al tribunal, lo que conlleva multas y penas de cárcel.
abc
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