El ministro del Interior de Turquía, Suleyman Soylu, invitó este lunes a las autoridades griegas a actuar de acuerdo a los textos legales básicos, y lo más importante, de manera humanitaria.

Las declaraciones del ministro se produjeron debido al lanzamiento de gas y bombas aturdidoras contra inmigrantes en situación de irregularidad en la frontera griega por parte de las fuerzas de seguridad de ese país.

"En este momento, en la frontera de Edirne (Turquía) no se ha tratado inhumanamente a aquellos que buscan asilo al tirarles gas pimienta como lo ha hecho Grecia. Hemos recibido con los brazos abiertos a las personas oprimidas que se han refugiado en nuestro país desde el comienzo de la crisis siria y hemos llevado a cabo una lucha única en el mundo en el tema de la inmigración ilegal. Solo en 2019, el número de inmigrantes capturados fue de 455 mil y el número de deportaciones fue de 104 mil. En este proceso, seguimos como país todos los acuerdos y se hicieron esfuerzos extraordinarios para manejar y prevenir la inmigración ilegal", manifestó Soylu.

Al hablar del acuerdo alcanzado con la Unión Europea (UE) el 18 de marzo de 2016 para prevenir la inmigración ilegal, Soylu indicó: "Debido a que la UE y Grecia no completaron con éxito el envío de regreso de los inmigrantes ilegales a nuestro país, solo se recibieron alrededor de 2.094 inmigrantes ilegales y no se logró el efecto disuasorio deseado. Después de las experiencias recientes, los representantes de la UE y las organizaciones no gubernamentales extranjeras, que critican nuestro trabajo en el campo de la inmigración en cada oportunidad que encuentran, deberían enviar delegados a la frontera griega para ver e informar el trato inhumano a los inmigrantes".

“Es deshonesto que las Naciones Unidas, los representantes de la UE y las ONG extranjeras no hagan el mismo llamado al Gobierno griego que nos hicieron para recibir más inmigrantes mientras nosotros instábamos a una solución desde el comienzo de la crisis en Idlib. Lo que debe hacer Grecia es evaluar las solicitudes de asilo de las personas que han llegado a sus fronteras de acuerdo a la ley de inmigración y proteger a aquellos que necesitan ser protegidos”, agregó Soylu.

El ministro subrayó que, desde el comienzo de la crisis siria, Turquía ha mostrado al mundo una gestión migratoria ejemplar con la tolerancia de la nación turca y las medidas tomadas por el Estado.

Indicó que el país mediterráneo se vio obligado a llevar esta carga solo y que administraron este proceso con conciencia.

El ministro turco recordó que han refugiado a alrededor de 4 millones de migrantes, entre ellos 3,6 millones de sirios.

Turquía continúa trabajando para que se normalice la vida en las zonas de las operaciones Escudo del Éufrates, Rama de Olivo y Fuente de Paz, y para ayudar a las personas que viven allí, dijo Soylu.

Informó también que Turquía ha brindado ayuda humanitaria a 1,5 millones de sirios que han tenido que huir de la muerte y la persecución del régimen sirio y se encuentran ahora en el norte de Idlib, justo al otro lado de la frontera con Turquía.

El ministro Soylu enfatizó que la política de inmigración humanitaria de Turquía no ha cambiado y que en este contexto se ha tomado un enfoque en línea con el derecho internacional, en particular con la Convención de Ginebra de 1951.

Soylu dijo que el principal responsable de la ola migratoria en la región es la comunidad internacional, especialmente la UE, que permaneció apática a lo que sucede en los países donde se origina la migración y en lugar de ayudar a producir soluciones a los problemas de estos países, ayudó a mantener la inestabilidad debido a sus intereses.

El ministro turco dijo que la UE le prestó atención a la crisis siria solamente luego del movimiento migratorio que se vivió en 2015 y que la Unión prefirió ignorar el problema migratorio de Afganistán, a pesar de las advertencias que se le hicieron durante aproximadamente 3 años.

anadolu

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