La derecha de Netanyahu roza la mayoría, según las encuestas a pie de urna

  03 Marzo 2020    Leído: 755
La derecha de Netanyahu roza la mayoría, según las encuestas a pie de urna

Israel registra una alta participación en las terceras elecciones en menos de un año.

En las terceras legislativas celebradas en Israel en menos de un año, la derecha encabezada por Benjamín Netanyahu rozaba la noche del lunes la mayoría, con 60 de los 120 escaños en liza, en un vuelco electoral inesperado. La madrugada de este martes, Netanyahu celebró los resultados preliminares. “Es la victoria más importante de mi vida”, dijo. Según las encuestas a pie de urna difundidas por los tres principales canales de televisión, el Likud del primer ministro obtendría entre 36 y 37 diputados, frente a los 33 o 32 de la alianza centrista Azul y Blanco, liderada por el exgeneral Benny Gantz. El alza de la participación en los comicios, que alcanzó el 71% al cierre de las urnas, parece haber sido clave para poner fin al bloqueo político.

Mientras que los resultados de las fuerzas ultraortodoxas y de extrema derecha aliadas de Netanyahu se han mantenido respecto a los comicios del pasado septiembre, el bloque de la oposición, la izquierda laborista y pacifista se desvanece y retrocede entre cuatro y cinco escaños sobre los 11 que tenía. La alta movilización del electorado de origen palestino, una quinta parte de la población israelí, ha permitido alcanzar a la Lista Conjunta árabe una destacada representación de entre 14 y 15 parlamentarios, que la ratifica como tercera fuerza de la Kneset (Parlamento).

Entrada ya la madrugada del martes, Netanyahu ha comparecido ante sus partidarios para celebrar la “gigantesca victoria del Likud contra todo pronóstico frente a quienes predecían el fin de una era”. El primer ministro había agradecido antes a través de Twitter “la gran victoria para Israel” que a su juicio reflejaban los sondeos a pie de urna.

Gantz, que también tuiteó un mensaje de agradecimiento, se dirigió también a sus seguidores de madrugada en Tel Aviv. “Seguiré luchando por nuestros principios, para conseguir un Israel que sea un país normal”, anunció ante las primeras voces que cuestionaron su liderazgo tras el retroceso en los comicios. “No nos esperábamos estos resultados”, reconoció sin admitir la derrota ante Netanyahu.

Ni la apatía reinante durante la campaña después de dos procesos electorales que arrojaron resultados no concluyentes ni el temor al contagio por el coronavirus parecen haber desanimado a los votantes israelíes. En las dos últimas legislativas, la participación rozó el 70%, en la media habitual de abstención en Israel. La afluencia a las urnas aumentó 1,2 puntos respecto a las elecciones del pasado mes de septiembre, según la informó la Comisión Electoral Central.

A juicio del analista político Daniel Kupervaser, el fuerte incremento del índice de votación entre la minoría árabe, y la presencia en los colegios de un gran número de electores ultraortodoxos y colonos de los asentamientos, están en el origen más plausible de este vuelco en la tendencia electoral favorable a Netanyahu.

De acuerdo con los últimos sondeos autorizados en la campaña, publicados el viernes, las elecciones estaban llamadas a reeditar el bloqueo político. Sin embargo, los augurios sobre un alza de la abstención por miedo al coronavirus reflejados en varias encuestas no se cumplieron. Las televisiones israelíes ofrecieron imágenes de largas colas de personas en cuarentena voluntaria en sus domicilios ante centros especiales de votación. Uno de ellos, megáfono en mano, pidió no ser tratado como “un leproso”. Más de 4.000 de los 5.000 electores sometidos a aislamiento por riesgo de estar contagiados por el coronavirus acudieron a depositar su sufragio con guantes y mascarillas a algunos de los 18 centros de voto habilitados en tiendas de campaña bajo la supervisión de personal sanitario.

Al depositar su voto en Jerusalén, Netanyahu llamó a vencer el temor al coronavirus. “Está totalmente controlado por los responsables sanitarios”, aseguró, “todos pueden acudir a las urnas a votar con confianza”. El primer ministro ha prodigado su presencia pública en la recta final de la campaña para movilizar a sus partidarios, aparentemente con buenos resultados.

La alianza conservadora que apoya a Netanyahu —de 70 años, y jefe de Gobierno desde 2009 de forma ininterrumpida—, parece haber repuntado a falta de conocer los resultados oficiales. En el bloque de centroizquierda que respalda a Gantz, de 60 años, el apoyo de laboristas y pacifistas no ha bastado.

Alcanzar una mayoría de al menos 61 de los 120 escaños de la Kneset (Parlamento) es el objetivo de la actual coalición conservadora liderada por el Likud, que ahora acaricia en los sondeos a pie de urna, junto con los dos grandes partidos ultraortodoxos judíos —Unión por la Torá y el Judaísmo (askenazí) y Shas (oriental o sefardí)— y los de la extrema derecha nacionalista de la alianza Yamina —encabezada por el ministro de Defensa, Neftali Bennett—. Netanyahu se queda por ahora a las puertas del poder.

El empate técnico entre bloques ideológicos que forzó la sucesiva repetición de los comicios tras las legislativas de abril y septiembre de 2019 sigue planeado tras las terceras elecciones legislativas .

Tras los anteriores comicios, llos partidos árabes ya garantizaron a Gantz apoyo parlamentario externo para desalojar del poder a Netanyahu, el jefe de Gobierno que más tiempo ha ocupado el cargo en la historia del Estado hebreo, más de 13 años, por encima de los mandatos del fundador de Israel David Ben Gurion.

La llave de la gobernabilidad puede seguir finalmente en manos del exministro de Defensa Avigdor Lieberman, cuyo partido conservador laico Israel Nuestra Casa será el único capaz de romper el empate con sus votos si se decanta por uno de los bloques, si confirman los resultados de los sondeos a pie de urna.Anoche advirtió que no se moverá “ni un milímetro” en su posición de rechazo a Netanyahu.

El primer ministro israelí se ha comprometido en campaña a acelerar la anexión de los asentamientos judíos en Cisjordania y del valle del Jordán, situados en territorio palestino ocupado. El anuncio del plan de paz del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, efectuado en enero en presencia de Benjamín Netanyahu, ha contribuido a frenar la caída electoral del líder del Likud después de haber sido inculpado por el fiscal general en tres casos de corrupción.

El próximo día 17 tiene fijada la primera comparecencia ante el tribunal de Jerusalén que juzga su caso. A pesar de ser el primer jefe de Gobierno de Israel que se presenta a la reelección después de haber sido formalmente acusado de soborno, fraude y abuso de confianza, Netanyahu ha logrado remontar en las urnas.

elpais


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