"Austria apoya el proyecto Nord Stream-2, porque lo considera importante para lograr un suministro de gas confiable y eficiente, y por lo tanto para la seguridad energética de Europa. Confiamos en que, a pesar de las sanciones de Estados Unidos, se haga realidad", dijo el diplomático.
Aigner recordó que la empresa OMV, que participa en el proyecto, es una compañía privada.
"En general nuestro país tiene una visión negativa de las sanciones extraterritoriales", resaltó.
Para el embajador, desde 1968 el rol de Rusia en calidad de vendedor de energía a Europa es sumamente importante.
El Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, prevé el tendido de dos hilos por el fondo del mar Báltico para transportar un total de 55.000 millones de metros cúbicos de combustible.
En diciembre de 2019, Washington impuso sanciones contra el proyecto de gasoducto, exigiendo a las empresas encargadas del tendido de las tuberías cesar inmediatamente las obras.
Una de las empresas, la suiza Allseas, suspendió su participación en el proyecto. Sputnik
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