"Grecia reforzó en lo máximo posible la protección de sus fronteras terrestres y marítimas. Después de los sucesos en Idlib, Atenas mantiene un contacto permanente con la UE y la OTAN", dijo la fuente.
La tensión en la zona desmilitarizada de Idlib, creada en 2018 por un acuerdo entre los presidentes de Rusia y Turquía, fue en aumento a principios de febrero debido al intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios, mientras Damasco desarrolla una ofensiva para recuperar el control de esa provincia, el último bastión de los grupos terroristas y rebeldes.
Según la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh), el conflicto en Siria forzó el desplazamiento de más de 900.000 personas desde el 1 de diciembre pasado, el mayor éxodo en casi nueve años de guerra.
En la madrugada de este 28 de febrero, Turquía lanzó una serie de ataques terrestres y aéreos en Idlib, en represalia por un bombardeo aéreo del Ejército sirio que mató la víspera a 33 soldados turcos y causó heridas a una treintena más.
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