Arce, ministro de Economía en el gobierno del depuesto presidente Evo Morales, junto al excanciller David Choquehuanca como su vicepresidente, reúne el 32 por ciento de votos válidos en la primera vuelta de las elecciones generales previstas para el 3 de mayo en Bolivia, según los resultados de un estudio de la encuestadora Estudios y Mercados divulgados este domingo en varios medios locales.
Siguen a Arce en la lista de preferencia electoral, el expresidente Carlos Mesa, con 23 %; la autoproclamada “presidenta interina”, Jeanine Áñez, con 21 %; el exlíder cívico Luis Fernando Camacho, con el 15 por ciento, mientras que el resto de aspirantes presidenciales está por debajo del 6 por ciento.
Mesa, por Comunidad Ciudadana, y Áñez, por la alianza Juntos, están en situación de empate técnico, debido a que la diferencia de preferencias entre ambos es menor al margen de error del trabajo, de 3%.
Arce (de 31 % a 32 %), Mesa (20 % a 23 %) y Áñez (14 % a 21 %) son los únicos postulantes que aumentaron la intención de voto con respecto a la encuesta de la misma firma en enero pasado, mientras los otros cuatro candidatos la disminuyeron.
Si bien la intención de voto está expresada en proporción de sufragios válidos, pues así lo estableció el Tribunal Supremo Electoral (TSE), nombrado por el gobierno de facto, la encuesta registra que 16 % de ciudadanos votará en blanco, anulará el voto o está indeciso.
La legislación boliviana establece que la segunda vuelta se habilita si el ganador no alcanza el 50 por ciento más uno de los votos válidos, o si, habiendo ganado más del 40 por ciento de los votos, la ventaja sobre el candidato inmediato es menor de 10 puntos porcentuales.
La encuesta fue aplicada entre el 14 y 17 de febrero en las nueve ciudades capitales departamentales, más la ciudad de El Alto, y contó con la participación de 1070 personas mayores de 18 años, con un margen de error esperado de 3 por ciento y una confiabilidad del 95 por ciento.
Los comicios del próximo 3 de mayo fueron convocados de manera extraordinaria debido a la anulación de las elecciones del 10 de octubre pasado, que dieron el triunfo a Morales, pero fue obligado a renunciar el 10 de noviembre, debido a la violencia que sufrían sus adeptos, lo que dio lugar a la instalación a un gobierno de facto, liderado por Áñez.
Aunque se ha convocado a elecciones, persisten las denuncias sobre las medidas de Áñez, como la inhabilitación de Morales a la candidatura de senador y la persecución a cualquier ciudadano que cuestione las medidas del actual gobierno de facto.
HispanTV
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