Durante su reciente viaje al Comando Estratégico de Estados Unidos (Stratcom) en Nebraska, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, monitoreó un simulacro preparatorio sobre cómo responderían las fuerzas norteamericanas ante un eventual ataque nuclear ruso en Europa, según lo ha confesado el aludido funcionario.
“Realizamos un mini ejercicio”, ha dicho el funcionario, explicando que “el escenario incluyó una contingencia europea en la que se produce una guerra con Rusia y Rusia decide usar un arma nuclear limitada de bajo rendimiento en territorio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y luego simula la conversación que tendrías con el secretario de Defensa y luego con el presidente, en última instancia, para decidir cómo responder”.
Además, ha declarado que, tras el ejercicio, simularon la respuesta de EE.UU. con un arma nuclear contra Rusia, ya que “la respuesta fue limitada”.
El jueves, Esper destacó la importancia de modernizar las armas nucleares y visitó algunas bases clave de la Fuerza Aérea de EE.UU. para enfatizar la urgencia de la disuasión nuclear y la necesidad de renovar el arsenal nuclear del país.
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos entraron en una nueva fase de tensión después de que el pasado mes de agosto, Washington abandonara oficialmente el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), acusando a Rusia de violarlo “desarrollando en secreto” armas prohibidas en el convenio
Rusia, a su vez, como respuesta, suspendió su participación en el INF, pero, al mismo tiempo, dejó claro que no desea implicarse en una nueva carrera armamentista, mantiene sus propuestas de desarme, y esperará a que la otra parte esté dispuesta a entablar conversaciones al respecto.
El Tratado INF se suscribió en 1987 entre la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y Estados Unidos para impedir a ambas partes poseer, producir o probar misiles nucleares y convencionales con un alcance de 500-5500 kilómetros, tanto nucleares como convencionales.
Después de dejar el Tratado INF, EE.UU. también se retiró en 2002 del Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM, por sus siglas en inglés) y ha comentado que no va a dialogar sobre una prórroga del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, por sus siglas en inglés), temas que han suscitado gran preocupación en Rusia y otros países del mundo.
HispanTV
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