El ataque fue perpetrado por un hombre armado que abrió fuego frente a un bar en el distrito de Heumarkt de la ciudad. Luego se dirigió a un segundo lugar en el distrito de Kesselstadt, donde volvió a disparar varias veces.
El sospechoso era un ciudadano alemán de 43 años de Hanau. Tras la tragedia, fue hallado muerto junto a su madre de 72 años en su domicilio. Las autoridades alemanas lo calificaron de acto de racismo y de odio.
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