Según testigos citados por los medios británicos, el hombre, que asistía al templo musulmán desde hacía unos seis meses, atacó al muecín en medio de la oración de la tarde, cuando al menos 300 personas estaban en el lugar.
El ataque se produjo solo un día después de que un extremista alemán asesinara a nueve personas en un bar frecuentado por extranjeros, sobre todo kurdos, en la ciudad de Hanau, antes de que él mismo se suicidara y matara presuntamente a su madre. Circula por internet un vídeo grabado por un testigo donde se ve al detenido, un hombre rubio con sudadera roja cuya identidad no ha sido revelada, reducido en el suelo por un agente de policía, así como imágenes de la detención. En otro vídeo se puede ver en el suelo el cuchillo con el que supuestamente se consumó la agresión.
El primer ministro, Boris Johnson, condenó el ataque, que no ha sido calificado como terrorista por la policía, en un mensaje en su cuenta de Twitter: «Estoy profundamente triste de escuchar que han atacado la mezquita central de Londres. Es horrible que esto suceda, especialmente en un lugar de culto. Mis pensamientos están con la víctima y los afectados». También en la red social escribió un post el alcalde de Londres, Sadiq Khan: «Todos los londinenses tienen derecho a sentirse seguros en su lugar de culto y quiero asegurarle a las diferentes comunidades que los actos de violencia en nuestra ciudad no serán tolerados».
abc
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