Londres utiliza los Mármoles del Partenón para caldear el Brexit

  21 Febrero 2020    Leído: 556
Londres utiliza los Mármoles del Partenón para caldear el Brexit

No hay ninguna posibilidad de que Grecia vete por esto un acuerdo sobre el Brexit.

Seguramente este puede ser uno de los mejores ejemplos para explicar cómo la demagogia y el amarillismo de la prensa inglesa ha conducido a una mayoría de británicos hacia posiciones antieuropeas. Se mezcla una media verdad con ingredientes que excitan los sentimientos nacionalistas más primarios y se apunta hacia la Unión Europea como culpable.

La última de estas maniobras ha sido la publicación de noticias que daban por hecho que en la negociación sobre las futuras relaciones con el Reino Unido, la UE pretendería poner como condición absoluta la devolución de las carátides y otras esculturas de la Grecia clásica que se conocen como los Mármoles del Partenóny que se encuentran en el Museo Británico.

Nada mejor para preparar la sociedad británica para el ambiente de regateo que se va a extender durante este año, cuando se han de negociar las características de la que será la nueva relación con la UE. Salvo que no es verdad ni en estos momentos le conviene al Reino Unido plantear esta negociación como un pulso sentimental, porque esa sería la principal garantía de fracaso.

Posibles conflictos
La realidad es que en el diseño del mandato negociador, el embajador de Grecia propuso que se añadiese un punto en el que se señala la conveniencia de que haya un mecanismo de resolución de conflictos para el caso de que en el futuro hubiera disputas sobre obras de arte o bienes arqueológicos. La cuestión parece necesaria teniendo en cuenta que Londres pretende salir de la jurisdicción del Tribunal Europeo de Luxemburgo, pero según fuentes diplomáticas europeas de toda solvencia, esa frase habla del «retorno o restitución de objetos culturales retirados ilegalmente de sus países de origen», pero se refiere a futuros posibles conflictos, no tiene ningún efecto retroactivo.

De hecho, Italia también apoyó esta propuesta y los demás países asintieron. Otra cosa es que Grecia no tenga ninguna intención de renunciar a la histórica reclamación de «sus mármoles», que es también una especie de causa nacional. Las esculturas fueron trasladadas a Londres a principios del siglo XIX por el embajador británico Lord Elgin, con la autorización del sultán otomano, puesto que la Grecia actual no existía todavía. Este las vendió después al Museo Británico.

Los británicos han sostenido históricamente que en Grecia no había un museo adecuado para albergarlas y ahora que ya lo han hecho, la ministra de Cultura, Lina Mendoni, ha vuelto a insistir en que «nunca nos rendiremos» y en un reciente acto en el Museo de la Acrópolis, que es donde podían ser albergados los mármoles con toda garantía, adelantó que esperaba recibir más apoyo de sus colegas europeos a medida que el Brexit disminuya la influencia de Gran Bretaña en la UE.

Al Gobierno conservador griego también le viene bien levantar la moral de un país que ha sufrido tanto durante la crisis, aunque sea con una cuestión que no duró más que un día en los periódicos. En efecto, los responsables griegos saben muy bien que se trata de una mención simbólica y que a fin de cuentas, como reconoció un embajador comunitariom «no hay ninguna posibilidad de que Grecia vete un acuerdo a causa de los mármoles». Y si no hubiera un acuerdo, esta sería la última de las preocupaciones.

abc


Etiquetas:


Noticias