Los ministros europeos de Asuntos Exteriores aprobaron este lunes el lanzamiento de una misión militar en el Mediterráneo para hacer cumplir el embargo de armas a Libia. La aprobación fue posible una vez que Austria y Hungría levantasen sus objeciones porque han recibido garantías de que en esta ocasión la presencia de buques de guerra europeos no sirva para alentar a las mafias de tráfico ilegal de emigrantes. De hecho, se ha establecido que en caso de que se detectase un incremento de actividad en la zona donde están desplegados, los barcos de guerra se retirarán.

La UE tiene ya una flota definida para operar en la zona llamada oficialmente EUNAVFOR Med, que fue rebautizada como “Sophia” por el nombre de una bebé hija de una emigrante rescatada que nació a bordo de una de las unidades. Ante la constatación de que la presencia de la flota europea alentaba la salida de cayucos desde la costa libia aprovechando que según la ley del mar están obligados a rescatarlos, desde hace un año se había decidido suspender las operaciones. Como resultado, las fuerzas externas han acelerado sus envíos de material bélico a los bandos que se enfrentan en Libia lo queha echado por tierra todos los esfuerzos para estabilizar la situación.

Por ello, ahora la decisión consiste en que la flota centrará sus objetivos en el control del embargo de armas, mientras que el combate contra la trata de seres humanos y la formación de los guardacostas de la armada libia serán mandatos secundarios, tal como querían los países reticentes. Pero, sobre todo, los barcos europeos se desplegaránpreferentemente en la costa este de Libia, no lejos de la frontera con Egipto, lo que es más conveniente si lo que se quiere es controlar los barcos que vienen del este del Mediterráneo: el Canal de Suez para los barcos emiratíes o jordanos que abastecen al clan Haftar o Turquía que apoya a la facción que controla Trípoli y que es reconocida como gobierno legítimo. Además, la presencia militar europea cerca de de Benghazi (donde precisamente tiene su base el general Haftar) es estratégicamente importante en estos momentos.

España ha participado en la operación Sophia y es seguro que también intervendrá en esta nueva versión de la EUNAVFOR Med, a la que hay que cambiar el nombre porque era una de las exigencias de Austria y Hungría. En la operación se prevé utilizar todos los medios posibles, incluyendo navales, aéreos, satélites y hasta submarinos. Varios países han adelantado que estarían dispuestos a contemplar operaciones terrestres limitadas. España no se opone siempre que fuera a petición de las autoridades libias y con el visto bueno de las Naciones Unidas.

Si se detecta un aumento en el tráfico ilegal de emigrantes en una zona determinada, se ha previsto que los activos navales se retiren de ella, a juicio del comandante de la operación, o de las autoridades políticas.

A partir de esta decisión formal, los mandos del estado mayor europeo van a diseñar los dispositivos específicos para esta nueva etapa de EUNAVFOR Med y los ministros deberán aprobar definitivamente su despliegue en la reunión prevista para el 23 de marzo, la última fecha disponible antes de que caduque el mandato de la misión militar, el 31 del mes que viene.

abc

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