En el intercambio de fuego un soldado ucraniano ha resultado muerto y cuatro, heridos. Al intercambio de disparos ha seguido también un intercambio de acusaciones y comunicados. La autoproclamada República Popular de Luhansk (RPL) sostiene que es el enemigo el que ha iniciado el ataque utilizando armas que se comprometieron a no usar en esa zona.
Según el comunicado del ejército ucraniano, “formaciones armadas de la Federación Rusa” atacaron posiciones de las fuerzas ucranianas en la línea de demarcación en torno a las poblaciones de Novotoshkóvskoye, Oréjovo, Krímskoye y Jútor Volni. Utilizaron morteros de 120 milímetros de calibre, ametralladoras pesadas y lanzagranadas.
En los acuerdos alcanzados en el 2015 en Minsk (Bielorrusia) para congelar el conflicto en la región del Donbás (provincias de Donetsk y Luhansk) se fijó una línea de separación entre las fuerzas en conflicto y se acordó retirar de esa zona el armamento pesado. Para las autoridades de Kíev las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Luhansk (RPL) son “fuerzas ocupantes rusas” y así se refieren a ellas en sus comunicados oficiales.
Los portavoces de la RPL sostienen que en la mañana de este martes fue el ejército ucraniano el que violó esos acuerdos. “Entre las seis y las nueve horas se han registrado siete violaciones del régimen de alto el fuego desde Kriakovka, Krímskoye, Novotoshkóvskoye y Oréjovo, controladas por las fuerzas ucranianas, en dirección a las poblaciones de Sméloye, Sokólniki, Donetski y Golubóvskoe, con utilización de armas pesadas (artillería y morteros de gran calibre)”, dice un comunicado recogido por la agencia rusa Ría Nóvosti.
La guerra en el Donbás (este de Ucrania) entre el ejército de Kíev y las fuerzas separatistas prorrusas se inició en abril del 2014, tras la revolución proeuropea del Maidán en Kíev y un mes después de que Rusia se anexionara la península de Crimea. Desde entonces, la ONU calcula que ha habido más de 13.000 muertos en la única guerra de Europa.
Rusia advierte que no habrá otra cumbre del Cuarteto de Normandía si no hay avances en los acuerdos alcanzados en la anterior en París
Con la elección del nuevo presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el pasado diciembre se reanudaron los contactos entre Kíev y Moscú. El 9 de diciembre se celebró en París una cumbre del Cuarteto de Normandía, a la que asistieron Zelenski y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, más los líderes de Francia y Alemania, el presidente Emmanuel Macron y la canciller Angela Merkel.
Está previsto celebrar una nueva reunión entre los cuatro en abril. Pero aún no hay nada decidido. Rusia ha dicho que no habrá dicha reunión si no se cumple primero lo acordado en la capital francesa. “Hasta ahora no hemos visto ningún progreso en ninguna de las áreas acordadas”, dijo el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el lunes en Munich, durante la reunión de la Cumbre de Seguridad.
Aunque se logró un intercambio de prisioneros a finales del 2019, Moscú cree que no se ha avanzado en el repliegue de las fuerzas de ambos bandos, una cuestión que actualmente se discute en las reuniones del Grupo de Contacto Trilateral de Minsk (Ucrania, Rusia y OSCE) y que debería quedar cerrada a finales de marzo. Tampoco ve ningún deseo de Kíev para hablar directamente con la RPD y la RPL.
Kíev también tiene que integrar a su legislación la fórmula Steinmeier, que propuso el actual presidente alemán (Frank-Walter Steinmeier) cuando era ministro de Exteriores. Eso significa que se tienen que preparar unas elecciones locales en Donetsk y Luhansk bajo la legislación ucraniana y supervisión de la OSCE. Si los comicios se realizan de forma limpia según los observadores de esta organización, a la que pertenecen tanto Ucrania como Rusia, se aplicará un estatus especial de autogobierno para la zona. A cambio, Ucrania recuperaría el control de la frontera con Rusia.
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