"Queremos elevar nuestra formal protesta ante el uso de bombas lacrimógenas en contra de manifestantes que estaban reunidos protestando pacíficamente en el frente de la JCE", declaró Julio César Castaños, presidente del cuestionado ente electoral.
Castaños reclamó prudencia y mantener el orden mediante métodos preventivos, sin poner en peligro la salud de los manifestantes y salvaguardando sus derechos fundamentales.
El ministro dominicano de Defensa, Rubén Darío Paulino, indicó que un militar que actuó por su cuenta lanzó las dos bombas a los manifestantes, y adelantó que el responsable será sometido y puesto en retiro.
El director general de la Policía Nacional, Ney Aldrin Bautista, también desvinculó a su institución del incidente, y ordenó una investigación para localizar y apresar al responsable.
Una serie de irregularidades en el sistema de voto automatizado forzaron la suspensión de los comicios para elegir a 158 alcaldes y 1.164 regidores, con sus respectivos vicealcaldes y suplentes, proceso para el cual estaban llamados a votar 7.487.040 ciudadanos.
Las autoridades electorales de la nación caribeña acordaron volver a realizar las municipales el próximo 15 de marzo, y ratificaron que el 17 de mayo serán los comicios presidenciales y congresionales, como estaba previsto.
Diversas voces responsabilizan a la JCE por el descalabro y reclamaron la dimisión de sus cinco miembros plenos, lo cual habría dejado un vacío de autoridad a menos de tres meses de la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas.
Estas eran las primeras elecciones municipales en República Dominicana realizadas aparte de las presidenciales y parlamentarias desde el fin de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
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