De acuerdo con la ONU, y pese a que los terroristas han sido derrotados y expulsados de estas zonas, los menores no pueden acceder a las escuelas u obtener la documentación necesaria con la que iniciar los trámites de matriculación de las escuelas públicas, puesto que existen fuertes medidas de control y de restricciones de movimiento en los campamentos de desplazados en los que han tenido que ser alojados tras huir de la guerra.

"Cuando el disfrute de este derecho se ve afectado por cualquier motivo, la vida y el futuro de estos niños se ven gravemente afectados", ha lamentado la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

"La educación inclusiva y de calidad no es sólo un derecho en sí mismo, sino que es esencial para la plena realización de otra serie de Derechos Humanos. La educación literalmente tiene el poder de transformar vidas y hacer realidad los sueños", ha aseverado Bachelet.

No obstante, Bachelet ha reconocido que el Gobierno de Irak está dando pasos para garantizar el acceso a la educación de los más pequeños, pero todavía existen varios "desafíos", entre los cuales está la ausencia de programas apropiados destinados a la reintegración de los estudiantes en el sistema educativo estatal.

En ese sentido, el informe de la ONU elaborado al respecto ha solicitado al Gobierno de Irak que tome medidas adecuadas para superar los problemas burocráticos y administrativos a los que tienen que enfrentarse en muchas ocasiones los menores para poder matricularse en las escuelas públicas, las cuales, ha denunciado el organismo, son en muchos casos insuficientes o carecen del personal, los planes de estudio y las infraestructuras necesarias.

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