De hecho, el propio Johnson había declarado durante la campaña electoral que Javid conservaría su puesto en caso de ganar las elecciones, lo que lo convirtió en el único ministro al que el primer ministro daba la certeza de que no sería movido en una eventual remodelación. «Javid está haciendo un trabajo fantástico», aseguró Johnson en noviembre.
La renuncia de Javid, que asumió su cargo en julio del año pasado, se ha producido en medio del aumento de las tensiones con Dominic Cummings, el principal asesor y mano derecha de Johnson; y tras haber recibido la orden de despedir a su propio equipo, a lo que se negó. Según un portavoz, «el primer ministro le indicó que tenía que despedir a todos sus asesores especiales y reemplazarlos con asesores especiales designados por “el número 10” (la oficina del primer ministro). El canciller dijo que ningún ministro respetuoso con su equipo aceptaría esos términos». Además, algunos medios británicos aseguran, citando fuentes cercanas a Javid, que la orden de Johnson de que despidiera a su equipo se produjo «sin previo aviso», lo que provocó una gran conmoción.
«Un títere de Dominic Cummings»
Javid, que también fue ministro del Interior, tenía que presentar sus primeros presupuestos dentro de cuatro semanas, fue inmediatamente reemplazado por el secretario en jefe del Tesoro, Rishi Sunak, un ministro junior que ostenta el cargo por primera vez y que algunos no han tardado en calificar como un “títere” de Cummings. Es el caso de John McDonnell, canciller en la sombra del Partido Laborista, quien aseguró que «Dominic Cummings claramente ha ganado la batalla para tomar el control absoluto del Tesoro e instalar a su títere» como ministro de finanzas. Y añadió que «este es un momento histórico, con una crisis de gobierno con apenas poco más de dos meses en el poder».
Todo indicaba que los cambios en el gabinete iban a ser mínimos, pero la salida de Javid ha mostrado que las aguas están turbulentas. Además, hubo al menos otra sorpresa reseñable, la salida del ministro para Irlanda del Norte, Julian Smith, lo cual también supuso una sorpresa debido al momento delicado que se vive en la región tras el Brexit y que continuará en los próximos meses. Además, tras tres años de parálisis el gobierno compartido fue restaurado apenas hace un mes.
Colum Eastwood, líder del Partido Socialdemócrata y Laborista, mostró su consternación diciendo que «estamos ante una muestra de la peligrosa indiferencia de Johnson hacia Irlanda del Norte» y describió la decisión de Johnson de despedir al que calificó como el secretario «más exitoso de la década» como «un error estratégico».
También quedaron fuera del nuevo Gobierno la secretaria de Negocios, Andrea Leadsom; la ministra de Vivienda, Esther McVey; la secretaria de Medio Ambiente, Theresa Villiers y el fiscal general, Geoffrey Cox. Su sustituta será Suella Braverman, abogada y diputada conservadora y convencida pro Brexit que tiene una gran afinidad con el premier, sobre todo en sus constantes discrepancias con los jueces.
Uno de los movimientos más llamativos es asimismo el ascenso de Alok Sharma de secretario de desarrollo internacional a secretario de negocios, y ha sido designado además como responsable de la conferencia sobre cambio climático Cop 26 que se celebrará a final de año en Glasgow. Asimismo, seguirán en el Gobierno Dominic Raab, ministro de Exteriores, y Priti Patel, ministra del Interior.
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