El Gobierno federal de Estados Unidos ha abierto una investigación sobre si las prestigiosas universidades de Harvard y Yale han recibido cientos de millones de dólares de instituciones radicadas en China, Irán, Rusia, Arabia Saudí y Qatar sin informar debidamente de ello a las autoridades correspondientes. Se trata de unas pesquisas sin precedentes sobre dos universidades de la llamada «Ivy League›, un exclusivo club de ocho instituciones educativas muy elitistas y reconocidas por su prestigio.
El departamento (ministerio) de Educación estadounidense envió el 11 de febrero dos cartas a los presidentes (rectores) de las dos universidades solicitando más informaciones sobre pagos, donaciones y regalos de esos países, en su mayoría regímenes autoritarios. La Ley de Educación Superior de EE.UU., aprobada en 1965, obliga a los centros educativos de grado y posgrado a informar al fisco de todas las donaciones por un importe real o estimado superior a los 250.000 dólares, algo que según el Gobierno no han hecho Harvard y Yale.
Cuánto y de quién
Según la secretaria (ministra) de Educación, Betsy DeVos, «si las facultades y universidades aceptan dinero y regalos de extranjeros, sus estudiantes, donantes y contribuyentes merecen saber cuánto y de quién. Además, es lo que exige la ley. Desafortunadamente, cuanto más hemos indagado, más hemos descubierto que la información es insuficiente, o que no se nos ha informado en absoluto. Seguiremos pidiendo cuentas a los colegios y universidades y trabajaremos con ellos para garantizar que sus informes sean completos, precisos y transparentes, según exige la ley».
Tradicionalmente, los regímenes de países como China, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar han realizado donaciones multimillonarias a universidades de EE.UU., llegando a financiar departamentos enteros dedicados a la memoria de un mandatario u otro. Según la Casa Blanca, desde 1990 sólo esos cuatro países han financiado universidades norteamericanas con un importe que supera los 6.600 millones de dólares (5.400 millones de euros).
Lo preocupante, desde la perspectiva del Gobierno, es que desde julio de 2019 ha hallado otros 6.500 millones de donaciones extranjeras que no han sido reveladas, por un motivo u otro. Entre los receptores de esos fondos están las universidades de Cornell, Yale, Colorado Boulder, Texas MD Anderson Cancer Center, Chicago, Pensilvania, Boston, Texas A&M y Carnegie Mellon University, además del Massachusetts Institute of Technology (MIT). En meses recientes, Educación ha abierto investigaciones a las universidades de Georgetown, Texas A&M, Cornell, Rutgers, Maryland y el MIT.
En enero, el FBI, la policía judicial de EE.UU., detuvo al director de la facultad de Química de Harvard por ocultar donaciones millonarias de China. Según la fiscalía, el químico, Charles Lieber, recibió cientos de miles de dólares de una institución educativa china a cambio de permitirle el robo de propiedad intelectual para luego competir en los mercados internacionales con fórmulas idénticas a las estadounidenses. Este mes, el profesor quedó libre tras pagar una fianza de un millón.
Regalos sin control
Según la carta enviada por Educación a Harvard, esta universidad «carece de controles institucionales adecuados» y no ha informado debidamente al fisco de regalos y contratos firmados con entidades extranjeras. La investigación sobre esa universidad ha sido en realidad un efecto de la detención del químico Lieber, y el Gobierno en realidad pide información sobre todo relativa a contratos con China y la universidad de Wuhan, en ese país (epicentro de la epidemia del coronavirus).
El caso de Yale es diferente, porque la Casa Blanca sí dispone de una estimación del dinero no declarado entre 2014 y 2017: 375 millones. En la lista de instituciones que han donado dinero a esa universidad situada en Connecticut están el Partido Comunista Chino, las empresas tecnológicas Huawei y ZTE, y una fundación educativa de Qatar, además del Gobierno de Arabia Saudí.
Tanto Harvard como Yale han confirmado a través de sus departamentos de comunicación que han recibido las cartas del Gobierno, pero no han querido responder a las acusaciones, pendientes de los resultados de la investigación, ya que esta bien puede acabar en un juicio.
abc
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