El Samsung Galaxy S20 y el iPhone 11 Pro: ¿cuál es mejor?

  14 Febrero 2020    Leído: 1330
  El Samsung Galaxy S20 y el iPhone 11 Pro:   ¿cuál es mejor?

El gigante surcoreano apuesta por mejoras en la cámara y una potencia descomunal para conservar el título de mayor vendedor del mundo.

Son dos, y con permiso de los últimos avances de Huawei, se trata de los teléfonos móviles más avanzados del mercado. Uno, el de la manzanita: el iPhone 11 Pro. Lanzado en octubre del pasado año y que ha tenido una buen acogida en el mercado según los informes financieros. Otro, el recientemente presentado Samsung Galaxy S20. Una bestia tecnológica que en su versión más avanzada ha apostado por dar un salto en su apartado fotográfico.

Ambos rivales a partir de ahora y durante los próximos meses hasta que el gigante de la tecnología estadounidense se decida a renovarlo, muy probablemente en septiembre. Los consumidores tienen ante sí dos terminales avanzados, pero con precios muy elevados. Y en este aspecto implica tomar una decisión no por impulsos consumistas, sino con la cabeza. Aún así, incluyen funciones y características potentes que buen seguro contentarán a todos sus propietarios. Eso sí, presentan por supuesto diferencias, algunas notables.

Pantalla
La pantalla de un teléfono móvil es un elemento imprescindible. Sin ir más lejos es el espacio donde más tiempo se dedica el consumidor. Que tenga una buena calibración y resolución es importante, y más si eres de aquellos que lo utilizan para consumir a menudo contenidos multimedia (series o películas). En este caso, ambos terminales están a la altura y ofrecen buenas sensaciones.

Los dos incorporan los paneles de tipo OLED. Paneles orgánicos que se lucen, sobre todo, en los negros (muy profundos) y los colores (muy intensos). En el caso del nuevo Galaxy S20 Ultra, su superficie alcanza las 6.9 pulgadas. Es inmenso y gigantesco, aunque al contar con escasos bordes y marcos la sensación es un equipo más compacto. Por el contrario, el iPhone 11 Pro Max cuenta con una pantalla de 6.5 pulgadas. Algo más pequeña, pero igualmente portentosa. En los modelos más reducidos, Samsung apuesta por las 6.5 pulgadas (S20 Plus) y de 6.2 pulgadas (S20 «normal»), mientras que el iPhone 11 Pro conserva las 5.8 pulgadas de anteriores generaciones.

Los números pueden engañar a veces, porque en muchas ocasiones el secreto de los productos tecnológicos reside en la optimización del software y el hardware. Aunque también es un aspecto a tener en cuenta. Por lo pronto, los terminales de la firma de la manzana logran una resolución de 1.242 x 2.688 píxeles bajo la tecnología propietaria Super Retina Display XDR. El Galaxy S20 Ultra rescata una calidad Quad HD+ (3.200 x 1.440 píxeles), que según las primeras impresiones es impresionante, que cuenta con una tasa de actualización de 120 Hz, aunque aparecen varias configuraciones: apostar por la fluidez o decantarse por la resolución. Es, sin dudas, una de las mejores del mercado.

Hablando de sistemas de seguridad, Samsung ha mantenido la idea de incorporar el sensor de huellas dactilares debajo de la propia pantalla -tiene también otro sistema de seguridad por reconocimiento facial- mientras que Apple se mantiene en sus trece de fiarlo todo a su propia tecnología, Face ID, que permite desbloquear la pantalla con el rostro y que funciona a las mil maravillas.

Diseño
Dicen que la belleza está en el interior. A ese refrán no le falta razón, pero es cierto que en muchas ocasiones la estética entra por los ojos. Aquí ya depende de los gustos de cada uno, pero ambos terminales están bien construidos y diseñados, con muchos detalles que le dan un toque «premium». Pero con carácter y personalidad. Están con una inevitable concomitancia estética con los códigos exigidos.

Así, el iPhone 11 Pro mantiene las líneas estéticas de las últimas generaciones, con la presencia de esa pestaña o «notch» que muchos usuarios detestan. Es robusto, compacto y con materiales espectaculares. En cambio, Samsung ha querido avanzar ligeramente en ese terreno con una cara más o menos reconocida por sus consumidores pero que logra eliminar todo ápice innecesario dentro de la propia pantalla. Un pequeño «agujero» distingue a la cámara frontal destinada, generalmente, a las videollamadas o capturar «selfies», esos autorretratos que tan de moda se han puesto en los últimos años en redes sociales.

Cámaras
En el último modelo de iPhone aparecen 3 ópticas distintas distribuidas de manera concéntrica que, a simple vista, permite reconocerse a la distancia. Además no es casualidad que están ubicadas de esa manera; así se puede pasar de un objetivo a otro con transiciones muy naturales. En el caso del nuevo Galaxy, hay que apreciar un módulo rectangular en el que se albergan las cámaras, sus cuatro cámaras y el sensor de profundidad.

En este terreno es donde Samsung más se luce. Las sensaciones son fantásticas. Tiene cuatro lentes que ofrecen perspectivas diferentes. Así, cuenta con un sensor principal de 12 megapíxeles. Otro objetivo es un gran angular de 108 megapíxeles, un flamante sensor. Una de las claves del terminal se encuentra en su zoom, que la marca lo ha querido bautizar como «super zoom» y que permite ampliar la imagen hasta cien aumentos digitalmente. Algo nunca visto, pero que los resultados a larga distancia no son totalmente impecables.

Es una proeza técnica, aunque a priori, y a falta de un análisis más exhaustivo del producto, no logra la mejor definición. En cambio, cuenta con un zoom de 10 aumentos híbrido -óptico y digital- que le sitúa en la misma línea que el Huawei Mate 30 Pro. También dispone de un tercer sensor de 48 megapíxeles para un telefoto, además de un sensor de profundidad que promete mejoras sustanciales. La firma surcoreana ha trabajado una vez más en la fotografía computacional basada en algoritmos de inteligencia artificial diseñados para mejorar la calidad de la imagen capturada. Además, permite grabar vídeo en 8K.

Por su parte, el iPhone 11 Pro ha dado un salto notable en comparación a sus predecesores introduciendo un modo noche que le sitúa al nivel de otros terminales al conseguir buenos efectos en condiciones de baja luminosidad. La firma estadounidense ha logrado superarse a sí misma y superar también una asignatura pendiente. Los tres sensores, de 12 megapíxeles, juegan en sincronía con varias perspectivas: un gran angular, un ultra gran angular -que fue novedad- y un teleobjetivo. Presenta un zoom óptico de dos aumentos y mejoras en el modo retrato. Es una cámara versátil.

Potencia
A falta de comprobar sus test de rendimiento, el Galaxy S20 Ultra ha apostado por un microprocesador de fabricación propia, el Exynos 990 a una frecuencia de reloj de 2,75 GHz que gana, según estimaciones de la empresa, hasta un 20% más de potencia que su predecesor. A priori, es una bestia que, además, viene empujado por versiones de 8 y 12 GB de memoria RAM, aunque la versión «Ultra» alcanza valores de 16 GB. Algo teóricamente impresionante, pero que habrá que comprobar si está bien optimizado. Se convierte así en el primer «smartphone» con estas características. Por su parte, el iPhone 11 Pro es el dispositivo más potente según determinados paneles de medición. En el día a día presenta un desempeño apabullante y rápido que se siente robusto. Es gracias a su microchip A13 Bionic y 6 GB de memoria RAM.

Batería
Este es uno de los aspectos más determinantes y que más preocupa (e interesa) a los consumidores: cuánto le va a durar la batería. En este apartado juegan numerosos factores, como la optimización del software, la densidad y el consumo adicional de los servicios digitales. En el caso del Galaxy S20 Ultra hay que destacar su potente pila de 5.000 mAh que promete dos días de duración, aunque todavía no se le ha hincado el diente para comentarlo con solvencia. Lo que está claro es que cuenta con carga inalámbrica e inversa, que le acompaña a su sistema de carga rápida (de 45 vatios) que se ha convertido en una de las tendencias más importantes del sector.

En cambio, el iPhone 11 Pro ha conservado algunos aspectos tecnológicos pero ha dado un salto importante en comparación con su predecesor. Dura bastante más tiempo, y eso se nota desde el primer momento. Dos días lo tienes garantizado salvo que estés continuamente usándolo. Además carga más rápido gracias a su cargador de 18 vatios y dispone de sistema de carga inalámbrica, aunque es necesario un cargador especial que soporte el protocolo Qi. Otro detalle interesante es que los nuevos móviles curcoreanos soportan las redes 5G. En cuanto a precios, el nuevo terminal de Samsung arranca en 1.359 euros mientras que el iPhone 11 Pro desde 1.159 (1.259 el modelo iPhone 11 Pro Max).

abc


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