Los días de calor extremo podrían matarnos de aquí al año 2100

  12 Febrero 2020    Leído: 843
Los días de calor extremo podrían matarnos de aquí al año 2100

Para entonces, los días y noches extremadamente calurosas durante el verano pasarán de las 8 actuales a 32.

Se trata, cómo no, de otra consecuencia del cambio climático. En un estudio sin precedentes hasta ahora, un equipo internacional de investigadores, liderados por Jun Wang, de la Academia China de Ciencias en Pekín, ha llegado a la conclusión de que durante las próximas décadas el número de días y noches veraniegas de calor extremo podrían aumentar hasta 32 en el hemisferio norte, cuatro veces más de los que hay en la actualidad. Según el estudio, recién publicado en « Nature Communications», para el año 2100 la situación podría ser insoportable y resultar incluso mortal para un gran número de personas.

En el peor de los escenarios, que se considera poco probable, el número creció hasta los 69 días, es decir, a tres de cada cuatro de los días de verano.

Calor sin tregua
Por lo general, hasta ahora los científicos habían analizado cómo el cambio climático afectará a la frecuenca de los días o las noches muy calurosas, pero no si éstas serán, o no, consecutivas. Por el contrario, en este estudio los investigadores han prestado especial atención a esta circunstancia, que puede agravar mucho los riesgos, al no dar tregua a las personas afectadas. De hecho, varios días y noches de calor extremo consecutivos es, precisamente, lo que hace que las olas de calor se vuelvan peligrosas.

Wang examinó al detalle los registros climáticos desde 1960 hasta 2012 para comprobar cómo el calentamiento causado por los humanos había cambiado, ya en ese periodo, la frecuencia y la intensidad de esos episodios extremos. Y con esos datos en la mano, elaboró varios modelos de cómo serán los años venideros.

Conclusiones para Europa occidental
Para llevar a cabo su trabajo, los científicos compararon las temperaturas extremas registradas en el pasado con una simulación en la que se había eliminado el impacto humano sobre el calentamiento. De este modo, fue posible medir cuál es exactamente la huella humana y cómo afecta al número de días con temperaturas extremas.

Wang y su equipo hallaron que los mayores aumentos, tanto en frecuencia como en intensidad de esos días extremos, tendrán lugar en ciudades del este de los Estados Unidos, Europa occidental, Asia occidental y China oriental. La falta de datos impidió que pudieran hacerse predicciones similares también en el hemisferio sur.

En el escenario más probable, que el número de días de calor extremo aumentara hasta 32 cada verano para el año 2100, los investigadores comprobaron que muchos de esos días serían, además, consecutivos, algo que pondría en grave riesgo la vida de una buena parte de la población.

En el acuerdo de París, se estableció el objetivo de limitar el calentamiento a menos de 1,5 ó 2 grados. Pero según el estudio, en ninguno de los dos casos se logrará, a estas alturas, reducir el número de futuros días de calor extremo. Eso si, si las temperaturas aumentaran 2 grados (en lugar de 1,5), habría que añadir otros cinco días adicionales de calor extremo a los resultados.

abc


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