Sus palabras resonaron en los cuarteles centrales de la ONU en la Primera Avenida de Manhattan, mientras miles de palestinos se manifestaron de manera masiva en Ramala, Hebrón y otras ciudades de Cisjordania para expresar el más absoluto rechazo a la iniciativa pergeñada por Jared Kushner, el yerno del presidente Donald Trump.
La diplomacia americana maniobra para impedir que se vote una alternativa a su propuesta
Sin embargo, todo ese ruido no puede esconder que Washington ha logrado salvar un escollo en un escenario poco propicio a sus intereses en este asunto como es el marco del Consejo de Seguridad.
Cuando intervino Abas ya se había dejado de lado una propuesta de resolución presentada por Túnez e Indonesia en oposición radical al planteamiento que la Casa Blanca lanzó a bombo y platillo, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como invitado estelar.
En el borrador de esa iniciativa crítica, que circuló entre los miembros del Consejo y que cuenta con el apoyo de la Liga Árabe, se remarca que el plan Trump incumple compromisos básicos con el pueblo palestino.
Esta alternativa árabe suponía un examen al apoyo diplomático del Gobierno estadounidense en torno a su plan. Que se postergara después de que algunos, como el Reino Unido, plantearan objeciones, lo interpretó EE.UU. como un cierto aval a su propio plan.
El Departamento de Estado, que planteó una colección de obstáculos al citado borrador, realizó estos días una gran presión a las diferentes delegaciones para conseguir no quedar aislado ante una posible votación. En caso de que se hubiese votado a favor de los palestinos, a los estadounidenses siempre les quedaba el recurso del veto, circunstancia que hubiese ratificado el fracaso de su tan cacareada “solución definitiva”.
En su comparecencia, Abas insistió en descalificar la propuesta Trump y volver a las negociaciones basadas en las resoluciones ya existentes de la ONU sobre la opción de los dos estados, a partir de las fronteras anteriores a la ocupación de 1967. Urgió al Consejo de Seguridad a lanzar una conferencia internacional. “Estados Unidos no puede ser el único mediador”, recalcó. Y añadió: “Los palestinos no recurriremos al terrorismo”, proclamó.
“Si se impone la paz, la paz no puede perdurar”, lamentó. El plan Trump, rechazado por el 94% de los palestinos, reconoce la autoridad de Israel sobre los territorios ocupados de Cisjordania. Y permite a Israel la anexión de extensas zonas ocupadas, cosa que se dispone a realizar bajo la bendición de Washington. Otros gobiernos avisan que sería ilegal. En un comunicado conjunto, cuatro miembros del Consejo de Seguridad –Bélgica, Estonia, Francia y Alemania– señalaron que cualquier anexión “también desafiaría las perspectivas de una paz justa, integral y duradera”.
El embajador de Israel, Danny Dannon, acusó a Abas de no ser pragmático: “No le interesa una solución realista al conflicto”.
Etiquetas: lavanguardia