El general, citado por el canal Thai PBS, precisó durante una rueda de prensa que Jakrapanth Thomma había comprado tres pistolas, una escopeta y un rifle en el marco de un programa gubernamental que autoriza a oficiales de los cuerpos de seguridad a adquirir armas de calidad a precios descontados.
El sargento, según él, usó una de estas pistolas para matar a un jefe y a la suegra de este último durante un conflicto derivado de la venta de un inmueble.
Luego robó un rifle de asalto HK33 y municiones de un centinela, al que también asesinó, y se dirigió en un auto robado a un centro comercial, donde realizó disparos indiscriminados y se atrincheró con numerosos rehenes, hasta que fue abatido tras largas horas de asedio.
"Como comandante del ejército, me disculpo y lamento de todo corazón que el hombre detrás del incidente fuera un soldado", dijo Apirat Kongsompong.
El jefe del Ejército se pronunció por terminar el programa alegando que los oficiales del Ejército no necesitan tener armas propias, aparte de las armas de servicio reglamentarias que se les proporcionan.
Como solución alternativa, agregó, habría que endurecer el control para que sean los militares de alto rango, y no oficiales inferiores, los que autoricen la posesión de armas personales.
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