En un tono grave y solemne, para hacerse entender por las jerarquías militares y los grandes aliados europeos, Macron comenzó por subrayar que la nueva sociedad internacional está viviendo una «profunda ruptura estratégica», que está modificando los grandes equilibrios de fuerza nacionales y multinacionales.

Ante esa ruptura estratégica, militar, industrial, económica, militar, Macron considera «indispensable» la reafirmación de la soberanía nacional de los aliados y la soberanía colectiva común de los miembros de la Unión Europea (UE).

Soberanía «conceptual», institucional, militar, industrial, víctima a su modo de ver, de una cierta «indiferencia», durante los últimos veinte años, cuando los aliados europeos han «bajado el listón» de sus inversiones, presupuestos y ambiciones, en materia de seguridad.

Visión clásica
Afirmada esa matriz esencial, para asegurar la libertad y soberanía de Europa, Emmanuel Macron avanzó los «peones» de la nueva estrategia nacional, francesa, confirmando puntos clásicos, canónicos, aportando una novedad de cierta importancia histórica.

De entrada, el presidente de Francia confirma una visión clásica de las relaciones entre Francia, Europa, Washington, la Alianza Atlántica, la OTAN: «Los aliados europeos debemos afirmar el pilar europeo de la Alianza».

Se trata de un punto clásico, que Macron matiza con una dimensión estratégica de nuevo cuño: «La matriz de nuestra soberanía nacional es el arma nuclear. Francia advierte a cualquier enemigo potencial que tiene la capacidad de causar daños irreversibles en todo su sistema de poder, para defender a sus intereses, su territorio, los intereses vitales de su soberanía nacional. Hoy, nuestra soberanía nacional y nuestros intereses vitales pasan por Europa. El arma nuclear francesa refuerza la seguridad de Europa y tiene una dimensión europea».

Dispuesto al debate
Dicho de manera menos elíptica: la Francia de Macron estima que Europa es un «interés vital» para la nación francesa, que pone su arsenal nuclear al servicio de la seguridad común.

En ese terreno, el Brexit «no cambia nada», subrayó Macron, recordando que Londres y París comparten la misma visión estratégica del arma nuclear.

Novedad diplomática esencial: el presidente de Francia se «abre» a «discutir» con los «grandes aliados europeos» la «función» y la «dimensión disuasiva», europea, continental, de las armas nucleares francesas.

Hace días, los más altos portavoces oficiosos de Angela Merkel se preguntaban si Emmanuel Macron aceptaría «compartir» el arma atómica francesa con la UE. Macron responde de manera elíptica: el arma nuclear francesa está al servicio de la seguridad común, siendo Europa un «interés vital» de Francia; y será posible «discutir» los «detalles concretos» de tal ambición.

abc.es

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