El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, describió el virus de “brote sin precedentes” que se ha encontrado con una “respuesta sin precedentes”, y elogió las “medidas extraordinarias” que tomaron las autoridades chinas para controlarlo y evitar que se extendiera.
Por su parte, el mandatario italiano, Sergio Mattarella, deseó una rápida recuperación a todos los que hayan contraído el virus, y dijo que Italia está lista para brindar a China toda forma de apoyo que facilite el manejo de la epidemia.
Asimismo, el presidente de la República Checa, Milos Zeman, aseguró que su país apoya hombro a hombro al pueblo chino para combatir la epidemia y brindará ayuda en la medida de sus posibilidades.
La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, se refirió a los esfuerzos de China diciendo: “Apoyamos los esfuerzos de China para responder a esta crisis tomando medidas enérgicas con el apoyo del gobierno, pero también respaldamos las acciones fiscales, monetarias y financieras que están impulsando. Confiamos en la fortaleza de la economía china”.
No obstante, frente al apoyo unánime de la mayoría de los países del mundo, algunos funcionarios estadounidenses hicieran comentarios intempestivos y poco amigables sobre el tema, pese a que China está haciendo todo lo posible para combatir la epidemia.
El secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, dijo que el virus podría ayudar a llevar empleos de regreso al país norteamericano, y el Departamento de Estado de EE.UU. emitió un aviso en el que elevó al nivel de advertencia más alto las recomendaciones de viaje para China, como las establecidas para Irak y Afganistán.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, tras tachar de “inapropiadas e incorrectas” las acciones y declaraciones de las autoridades estadounidenses, recalcó que Pekín está haciendo todo lo posible para combatir la epidemia, y que el Gobierno chino mantiene bien informada a la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos.
Según la información de la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP), el coronavirus 2019-nCoV, que se originó en la ciudad china de Wuhan en diciembre, ya se ha cobrado en China la vida de al menos 490 personas y se han registrado 24 324 casos de contagio.
Por otra parte, el virus también se ha propagado en Europa y EE.UU., pero de momento no ha dejado víctimas mortales.
HispanTV
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