"No hay ya ninguna razón justificable para negarle la libertad condicional", dijo Shipton al explicar que acaba de fijar residencia en Londres.
El veterano activista, de 80 años, asistió con su nieta al debate "Free the Truth" (Liberad la verdad) que la académica y sindicalista Deepa Govindarajan presidió en la Iglesia de St Pancras, al norte de la capital británica
"Julian nunca ha infringido la ley (…) la solicitud de extradición debe abortarse", agregó el padre en una breve intervención.
El periodista australiano lleva más de diez meses en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres.
Una acción de los propios reclusos empujó finalmente a las autoridades penales a levantar el mes pasado el régimen de aislamiento al que estaba sometido, según comunicó WikiLeaks.
"Le han trasladado a otra ala, con 40 presos, y aunque es un alivio que ya no esté aislado, la cuestión es que este hombre no debería estar encarcelado", señaló Govindarajan a Sputnik.
Nils Melzer, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Tortura y Derechos Humanos, cerró la sesión recordando cómo su escepticismo inicial y reticencia a estudiar la situación de Assange cambió al conocer los hechos.
"Encontré un hombre perseguido durante décadas y documentos que demostraban corrupción del sistema judicial", señaló a la amplia congregación de simpatizantes que siguió el evento.
El Gobierno británico desestimó el informe del experto, que denunció síntomas de intimidación y tortura en Assange, quien estuvo recluido ocho años en la Embajada de Ecuador en Londres antes de ingresar en Belmarsh.
"El Gobierno de Boris Johnson no respondió a mi última intervención; han rechazado todas las alegaciones, pero yo no planteo si le torturaron o no, sino que investiguen mis alegaciones de acuerdo con sus obligaciones legales", explicó Melzer a Sputnik.
Assange está encarcelado a la espera del juicio de extradición a Estados Unidos, donde se le imputan delitos punibles con hasta 175 años en prisión.
"El caso de Julian es extraordinario, le acusan de espionaje por publicar la verdad sobre crímenes de guerra", resaltó por su parte, Craig Murray, autor y exembajador británico en Uzbekistan.
Para Murray, que perdió su cargo al publicar "secretos oficiales" de la complicidad del Reino Unido en el secuestro y entrega a EEUU de sospechosos islamistas, según relató en St Pancras, el proceso contra Assange "es político" y representa un "ataque a la libertad de prensa".
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