"A día de hoy no se han identificado consecuencias evidentes después de la recuperación y dentro de cierto tiempo posiblemente crecerá mucho el número de pacientes dados de alta. La tasa de mortalidad entre los pacientes con diagnosis confirmado en este momento es de 2,5%", dijo Zhong a la prensa.
Desde finales de diciembre cuando se detectó el virus en la ciudad china de Wuhan han muerto casi 260 personas de los más de 11.700 contagiados.
El experto subrayó que en la actualidad los médicos usan todos los medios disponibles para controlar el estado de salud de los pacientes, especialmente de aquellos que se encuentran graves.
Los médicos chinos advierten que el virus 2019-nCoV se transmite por la respiración y el contacto con personas infectadas, y recomiendan lavarse las manos con frecuencia y no tocarse los ojos, la nariz ni la boca.
Los principales síntomas son:
- tos seca;
- dificultad para respirar e incluso insuficiencia respiratoria;
- fiebre.
En algunos casos la enfermedad no deriva en una neumonía, provoca solo tos seca y fiebre baja.
Las autoridades chinas informaron el 31 de diciembre de 2019 de un brote de neumonía de origen desconocido en la ciudad de Wuhan.
Más tarde se estableció que la infección es causada por un nuevo tipo de coronavirus, catalogado por los médicos como el 2019-nCoV.
El virus traspasó las fronteras chinas al confirmarse contagios en una veintena de países, en su mayoría asiáticos.
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