"Hasta hoy, 64 militares de EEUU han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas leves, 14 más que en el informe anterior", declaró el ente en un comunicado difundido el 30 de enero por la noche.
Según el Pentágono, 39 militares afectados ya se reincorporaron al servicio.
"En realidad, seguiremos monitoreándolos durante el resto de sus vidas y continuaremos brindándoles el tratamiento que sea necesario", cita el comunicado al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley.
El 8 de enero, el Ejército iraní bombardeó con misiles dos bases usadas por militares estadounidenses en Irak —una, en la gobernación de Al Anbar, y la otra, en Erbil— en represalia por la muerte del general Qasem Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, asesinado una semana antes por EEUU mediante un ataque de precisión en Bagdad.
El Mando Central de Estados Unidos (Centcom) reconoció en un principio que 11 militares estadounidenses con síntomas de conmoción cerebral evacuados a raíz de estos ataques a Alemania y Kuwait, para evaluación médica y tratamiento, pero luego fue revisando al alza la cifra de los afectados.
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