El fracaso que sufrió el dirigente opositor a comienzos de enero en la elección de la directiva de la Asamblea Nacional de Venezuela empujó al autoproclamado presidente encargado de la nación caribeña a buscar apoyo internacional en una gira que lo ha llevado a países como Colombia, Bélgica, Reino Unido, Suiza, Francia, España y Canadá.
Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. En España, uno de los principales aliados de la oposición venezolana, Guaidó fue recibido por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, y no por el presidentede Gobierno, Pedro Sánchez, debido a que se encontraba ocupado en otras tareas en Valencia, como lo explicó el propio mandatario español.
No obstante, las verdaderas razones son otras. A pesar de que Sánchez fue uno de los primeros líderes mundiales en reconocerlo en enero de 2019, la situación política del país europeo ha cambiado sustancialmente en los últimos meses, tras el pacto realizado entre PSOE y Unidas Podemos para formar Gobierno.
La opinión de Unidas Podemos y de su líder más conocido, Pablo Iglesias, quien es hoy en día vicepresidente del país, es bien conocida: la autoproclamación de Guaidó fue un golpe de Estado. Por lo que la negativa de Sánchez de recibirlo significa algo más. Ya Guaidó no podrá contar con el apoyo recibido anteriormente por Madrid.
El líder opositor ahora busca entender cómo está la relación con su aliado más importante: EEUU. La gira internacional terminará en Miami, un punto neurálgico de la campaña por sacar a Nicolás Maduro de Miraflores. El dirigente cuenta con una comunidad de expatriados venezolanos que apoya sus acciones y que, además, ha abogado porque Washington respalde cada paso dado por la oposición venezolana.
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