La medida ha sido anunciada por el Ministerio de Sanidad, que espera la llegada de una veintena de repatriados españoles, que se encontraban en Wuhan cuando se produjo el brote.
Se espera que todos lleguen al aeropuerto madrileño de Barajas en los próximos días. Allí los recogerá un autobús especial que los conducirá a un hospital capitalino, que no se hará público para mantener la privacidad de los repatriados.
Una vez en el centro médico, serán ubicados en una planta preparada especialmente para ellos, por donde se podrán mover con total libertad. Además, se precisa que habrá una habitación de juegos habilitada para menores, ya que también llegará alguno en la expedición.
El plan es que estén hasta 14 días, el periodo máximo de incubación del patógeno. Durante ese período, podrán recibir visitas controladas de sus familiares, que tendrán que ir con guantes y mascarilla y deberán evitar el contacto físico con los repatriados.
Las medidas corresponden con el acuerdo alcanzado dentro de la UE: Francia, Alemania y Reino Unido han anunciado normas similares. China también ha tomado medidas y solo permite salir a extranjeros bajo ciertas condiciones. Antes de abandonar Wuhan, las autoridades sanitarias chinas les someterán a un chequeo médico y no permitirán embarcar en el vuelo a nadie que presente algún síntoma.
Mientras tanto, el número de fallecidos por el nuevo coronavirus en China ya ha alcanzado las 170 personas, con 7.711 casos confirmados de contagio, informó el Comité Nacional de Salud chino. El coronavirus ya se encuentra en todas las regiones del país asiático, tras la confirmación del primer caso de contagio en el Tibet, la última región china en reportar un caso.
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