El europeo —que sufría un problema en su pierna derecha— ganó un partido que duró casi cuatro horas, por 6-3, 2-6, 7-6 (10-8) y 6-3. Realmente maratoniano.
"No merecía ganar este partido, pero aquí estoy, muy feliz. Creo en los milagros. Tuve una suerte increíble", declaró el destacado tenista, de 38 años, y agregó en tono bromista que a su edad "ya debería estar esquiando en Suiza".
Los fans del tenista no pudieron contener la emoción al enterarse de su impresionante victoria:
Ahora, Federer se enfrentará al ganador del duelo entre el número dos del mundo, el serbio Novak Djokovic, y el canadiense Milos Raonic.