Hace 9 años, las asociaciones de bebés robados interpusieron la primera denuncia conjunta contra una trama que comenzó durante la dictadura de Franco y continuó durante la transición. Este lunes, en el aniversario de aquella querella, un grupo de madres se ha concentrado frente a la Fiscalía General del Estado para exigir que se dote la investigación de más medios humanos y económicos y que los crímenes sean imprescriptibles.

En Valencia en año 1973, el marido de Matilde se encontraba en un viaje de negocios cuando ella se puso de parto. No hubo complicaciones. El bebé nació bien y estuvo con ella hasta la noche. Explica que, cuando el marido regresó del viaje, el personal hospitalario repitió su versión. Se la creyó y decidió enterrarlo en un nicho familiar. Pero, según cuenta Matilde, no llegó a ver el cuerpo del recién nacido.

Matilde está convencida de que el ataúd está vacío. Al igual que otras madres, que denuncian que sus hijos no figuran en ningún documento.

La mayoría de los casos que han llegado a los juzgados han sido cerrados casi de inmediato por la dificultad de encontrar a los implicados o testigos y por los obstáculos para recabar documentación que avale el robo de bebés, principalmente los expedientes de nacimiento de los recién nacidos, en los que deberían figurar quiénes atendieron los partos.

HispanTV

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