Los premios Grammy de 2020 coronaron a la pareja artística formada por Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connell como los artistas con mayor impacto en la industria el año pasado. Billie Eilish se llevó el premio al mejor nuevo artista de la industria de la música en Estados Unidos. Bad Guy es la canción del año y la grabación del año. El disco When we all fall asleep, wher do we go? es el mejor álbum de pop vocal contemporáneo, la clasificación en la que decidió ponerlo la Academia. La clasificación da un poco igual: también ganó álbum del año en general. Finneas O’Connell ganó por la producción del disco y se llevó el codiciado premio de productor del año. Billie Eilish hizo historia al ganar las cuatro categorías generales de los premios Grammy en un mismo año, algo que no ocurría desde que lo consiguió Christopher Cross en 1981.
Los dos hermanos grabaron el disco literalmente en su casa en el barrio de Highland Park, en Los Ángeles. Pertenecen a una generación que graba música en su casa, se la producen ellos mismos y la comparten directamente en las redes mientras los sellos discográficos corren detrás. Eso, que ya era una realidad en el hip hop, se está trasladando a toda velocidad al pop. “Hacemos música juntos en nuestro dormitorio”, dijo O’Connell en el escenario. “Y seguimos haciéndolo. Esto es para todos los chavales que hacen música en su dormitorio. Vais a ganar uno de estos”, dijo con el grammy en la mano.
Antes de arrasar, Billie Eilish ya había hecho historia al ser la persona más joven nominada en las cuatro categorías principales de los Grammy. Las nominaciones se anunciaron cuando tenía 17 años y se presentó en la gala con 18. La edición de este domingo era la primera en la que había dos artistas nominadas en las cuatro categorías, Eilish y la rapera Lizzo.
Lizzo fue la otra triunfadora de la noche con tres grammys. Hizo honor a su personaje público con sus primeras palabras al recoger un premio: “Esto es una puta locura”. Nacida en Detroit y criada en Texas, en apenas dos años de éxito comercial Lizzo se ha convertido en un símbolo de superación y energía positiva. Llevar su físico como una bandera. Vivió en su coche durante años antes del éxito. El primer verso de su éxito Truth Hurts (“me he hecho un test de ADN y resulta que soy al 100% una perra”) es una de las frases del año en la música.
En las categorías de música latina, Rosalía ganó el premio al mejor álbum de música urbana o alternativa latina por El mal querer, la obra que la ha catapultado al estatus de artista global y que la ha llevado hasta el escenario de los Grammy. Ganó sobre los discos de Bad Bunny y J Balvin. El mejor álbum de pop latino fue para Alejandro Sanz por #ELDISCO. Alejandro Sanz ha conseguido ya cuatro en toda su carrera. Ambos venían de triunfar en los Grammy Latinos el pasado noviembre y había pocas dudas de que sus trabajos eran los discos del año en español.
El impacto de Rosalía en Estados Unidos, sin embargo, merece mención aparte. La industria de la música en este país, las radiofórmulas y los adolescentes han abrazado sin ambages su propuesta de flamenco urbano. Era la primera artista de la historia nominada a este premio cantando en español. Compartir categoría con Eilish y Lizzo, además de actuar para decenas de millones de espectadores en el escenario de los Grammy ya era por sí solo indicador de un estatus en la música popular de EE UU que quizá solo se pueda comparar a Enrique Iglesias. Sobre el escenario dejó una actuación radicalmente flamenca con Juro que, seguida de su megaéxito Malamente.
Entre los otros triunfadores, Igor, de Tyler the creator es el mejor disco de rap para la industria; Social Cues, de Cage the Elephant, es el mejor disco de rock; Father the Bride, de Vampire Weekend es el mejor disco de música alternativa; No Geography, de Chemical Brothers, es el mejor disco de electrónica; y Venture, de Anderson .Paak, es el mejor disco de R&B. Merece especial mención Gary Clark Jr., que es el artista del año en rock con el premio a la mejor canción (This Land), mejor álbum de blues contemporáneo y mejor interpretación rock.
Los Grammy en realidad son un concierto televisado de tres horas con los mejores artistas del año. En el capítulo de actuaciones, las más celebradas fueron la de Ariana Grande, que no estuvo el año pasado por desavenencias con la dirección de la Academia; la de Aerosmith con Run DMC; y la de Lil Nas X, que salió a cantar el éxito Old Town Road acompañado por Billy Ray Cirus, los coreanos BTS, más Mason Ramsey, Diplo y Young Thug. Esos y la canción que Camilla Cabello dedicó a su padre (First man) seguramente sean los momentos YouTube de esta gala.
Los Grammy se celebraron en el Staples Center de Los Ángeles, sobre el mismo parqué en el que jugó Kobe Bryant con Los Angeles Lakers durante 20 años. La muerte repentina de Bryant en un accidente de helicóptero cayó como un mazazo sobre la celebración de la industria de la música. La leyenda del baloncesto era una de las mayores celebrities de la ciudad. Enfrente del recinto angelino, cientos de personas se concentraban en un velatorio improvisado en la calle para recordar a su ídolo. Muchos de los que sonreían y lucían vestidos en la alfombra roja eran amigos de Bryant y apenas horas antes estaban transmitiendo sus condolencias a la familia.
En la primera actuación de la noche, Lizzo gritó “esta noche es para Kobe” antes de arrancar Cuz I love you y Truth hurts. Después, Alicia Keys subió al escenario para presentar una de las galas más espectaculares de Hollywood con rostro de circunstancias. “Para ser honestos, todos sentimos una tristeza enorme. Esta mañana, Los Ángeles, América y todo el mundo han perdido un héroe. Esta noche estamos sobre la casa que construyó Kobe Bryant”, dijo. Después, cantó It’s so hard to say goodbye junto a Boyz II Men en honor a Bryant y a su hija Gianna, de 13 años, fallecida con él en el accidente. Fue el primero de muchos homenajes que vendrán en una ciudad que este domingo no sabía si cantar o llorar, o las dos cosas.
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