Los científicos buscan el origen del coronavirus de Wuhan en un animal

  24 Enero 2020    Leído: 690
Los científicos buscan el origen del coronavirus de Wuhan en un animal

La mayoría de expertos descarta que pueda tratarse de serpientes y apunta a mamíferos.

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) decide si declara el brote de coronavirus de Wuhan una emergencia internacional, después de que se haya cobrado hasta el momento 17 víctimas, las autoridades chinas han decretado cuarentena en tres ciudades y han pedido a veinte millones de ciudadanos que no salgan de sus urbes a no ser por “razones especiales”, en un intento de contener el virus. También se han implementado otras medidas de seguridad, como el cierre de transporte público y controles en los aeropuertos.

Se sospecha que la fuente de la infección fue un mercado de comida en Wuhan, una megaciudad de 11 millones de habitantes ubicada en el centro de China. El mercado fue clausurado el 1 de enero y se aplicaron medidas de desinfección, lo que está dificultando que se pueda trazar el origen de la infección; es decir, qué animal ha provocado el contagio. En este mercado se vendían animales muertos y vivos, salvajes y domésticos, incluidas marmotas, pájaros, murciélagos y serpientes.

En este sentido, un equipo de investigadores de la Universidad de Pekín, en China, ha sorprendido a la comunidad científica señalando que el coronavirus de Wuhan se podría haber transmitido a partir de serpientes. Para realizar esa afirmación, han comparado el genoma de cinco muestras del nuevo virus con 217 virus similares obtenidos de otras especiales animales. Según los autores, el nuevo virus se parece genéticamente al que se halla en murciélagos -que son los reservorios naturales de otros coronavirus, como el SARS- pero es más similar al que se encuentra en serpientes.

No obstante, ese anuncio ha topado rápidamente con las críticas de la mayoría de expertos internacionales. “Por el momento, es muy arriesgado decir de qué animal procede la infección y también saber si ya estaba circulando, antes de que se detectaran los casos de neumonía en diciembre en Wuhan”, considera Jose Muñoz, jefe del servicio de salud internacional en el Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ‘la Caixa’.

En el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) trabajan desde años en el ámbito de los coronavirus, sobre todo con el tipo MERS-CoV. Ya en 2016 probaron una vacuna para dromedarios, el reservorio natural de este tipo de coronavirus, para comprobar si podía prevenir de forma eficaz la infección.

“No se ha encontrado ninguna evidencia hasta el momento que apunte a que las serpientes puedan ser el origen”, explica a Big Vang Júlia Vergara-Alert, investigadora de este centro. “Se pueden encontrar coronavirus en muchas especies animales, pero cada tipo de coronavirus es muy específico de determinadas especies. Una cosa es que puedan saltar de un mamífero a otro, pero otra muy distinta que pasen de un reptil a un mamífero”, considera.

En este sentido, los investigadores del programa de sanidad animal del IRTA explican que esta misma mañana han realizado una prueba in silico y han estudiado las probabilidades de que el coronavirus proceda de serpientes “y la probabilidad era muy baja”.

Es más, recuerda Vergara, en anteriores epidemias causadas por coronavirus similares al de Wuhan, como la de SARS y MERS, el reservorio han sido mamíferos. No hay ningún precedente de un reservorio en reptiles en coronavirus. En este sentido, durante la reunión que celebró ayer la OMS con carácter de urgencia con expertos en epidemiología y virología, se afirmó que por el momento no se sabe con certeza qué animal ha propiciado el contagio.

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) decide si declara el brote de coronavirus de Wuhan una emergencia internacional, después de que se haya cobrado hasta el momento 17 víctimas, las autoridades chinas han decretado cuarentena en tres ciudades y han pedido a veinte millones de ciudadanos que no salgan de sus urbes a no ser por “razones especiales”, en un intento de contener el virus. También se han implementado otras medidas de seguridad, como el cierre de transporte público y controles en los aeropuertos.

Se sospecha que la fuente de la infección fue un mercado de comida en Wuhan, una megaciudad de 11 millones de habitantes ubicada en el centro de China. El mercado fue clausurado el 1 de enero y se aplicaron medidas de desinfección, lo que está dificultando que se pueda trazar el origen de la infección; es decir, qué animal ha provocado el contagio. En este mercado se vendían animales muertos y vivos, salvajes y domésticos, incluidas marmotas, pájaros, murciélagos y serpientes.

En este sentido, un equipo de investigadores de la Universidad de Pekín, en China, ha sorprendido a la comunidad científica señalando que el coronavirus de Wuhan se podría haber transmitido a partir de serpientes. Para realizar esa afirmación, han comparado el genoma de cinco muestras del nuevo virus con 217 virus similares obtenidos de otras especiales animales. Según los autores, el nuevo virus se parece genéticamente al que se halla en murciélagos -que son los reservorios naturales de otros coronavirus, como el SARS- pero es más similar al que se encuentra en serpientes.

Los habitantes de Wuhan llevan máscaras para ir a comprar en el mercado. (Stringer / Getty)
No obstante, ese anuncio ha topado rápidamente con las críticas de la mayoría de expertos internacionales. “Por el momento, es muy arriesgado decir de qué animal procede la infección y también saber si ya estaba circulando, antes de que se detectaran los casos de neumonía en diciembre en Wuhan”, considera Jose Muñoz, jefe del servicio de salud internacional en el Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ‘la Caixa’.

En el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) trabajan desde años en el ámbito de los coronavirus, sobre todo con el tipo MERS-CoV. Ya en 2016 probaron una vacuna para dromedarios, el reservorio natural de este tipo de coronavirus, para comprobar si podía prevenir de forma eficaz la infección.

“No se ha encontrado ninguna evidencia hasta el momento que apunte a que las serpientes puedan ser el origen”, explica a Big Vang Júlia Vergara-Alert, investigadora de este centro. “Se pueden encontrar coronavirus en muchas especies animales, pero cada tipo de coronavirus es muy específico de determinadas especies. Una cosa es que puedan saltar de un mamífero a otro, pero otra muy distinta que pasen de un reptil a un mamífero”, considera.

En este sentido, los investigadores del programa de sanidad animal del IRTA explican que esta misma mañana han realizado una prueba in silico y han estudiado las probabilidades de que el coronavirus proceda de serpientes “y la probabilidad era muy baja”.

Es más, recuerda Vergara, en anteriores epidemias causadas por coronavirus similares al de Wuhan, como la de SARS y MERS, el reservorio han sido mamíferos. No hay ningún precedente de un reservorio en reptiles en coronavirus. En este sentido, durante la reunión que celebró ayer la OMS con carácter de urgencia con expertos en epidemiología y virología, se afirmó que por el momento no se sabe con certeza qué animal ha propiciado el contagio.

“Nos acaban justo de aceptar un trabajo en el que hemos estudiado el virus de Wuhan y hemos visto que es tiene receptores compatibles con pollos y civetas (un tipo de gato salvaje), al igual que el SARS”, apunta Vergara, quien resalta que “es una predicción muy inicial que hay que confirmar con futuros estudios epidemiológicos y experimentales”.

¿Cómo salta el coronavirus entre especies animales?

El nuevo coronavirus 2019-nCov pertenece a la misma familia que el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) y que el MERS (Síndrome respiratorio de Oriente Medio). Son, explican desde el CReSA-IRTA, enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmiten de animales a humanos. Aunque también tienen capacidad para transmitirse entre humanos. Esto es posible porque el virus adquiere una serie de mutaciones genéticas que le permiten infectar al humano y replicarse en sus células.

“Estos virus tienen la capacidad de ir mutando y por selección natural, un proceso totalmente aleatorio, pueden hacer mutaciones que les permitan adaptarse al humano y otros animales”, señala Muñoz.

Estudios previos han revelado que el origen de SARS y MERS es el murciélago, y la civeta, un gato salvaje que se encuentra solo en Asia y África, y los camellos, respectivamente han hecho de puente entre el murciélago y el ser humano.

¿Cuál es la población de riesgo?

La mayoría de los coronavirus causan síntomas parecidos a un resfriado, pero tanto el SARS como el MERS afectan a las vías respiratorias, sobre todo pulmones, y provocan síntomas parecidos a los de la neumonía doble. También el nuevo 2019-nCov. En algunos casos, puede ocasionar la muerte. Al cierre de este artículo, había ya 17 personas muertas a causa de este virus.

“La población de más riesgo, tanto en SARS como en MERS y probablemente también en este nuevo virus, con los varones y personas con enfermedades colaterales, como diabetes avanzada o cáncer, o personas mayores”, afirma Muñoz, que indica que “los tres virus provocan un cuadro similar a la neumonía bilateral. En el caso de SARS la mortalidad era más baja, del 10%, en comparación con MERS, del 25,30%. Y en este nuevo virus, está entre un 2 y un 4%, por lo que de momento no parece tan grave como los otros”, añade.

¿Hay vacunas o tratamientos?

Desde que aparecieron los primeros casos de neumonía en la ciudad de Wuhan en diciembre, los centros de investigación a nivel mundial han logrado identificar distintas secuencias genéticas del nuevo coronavirus y han confirmado que tiene un 70% de similitud con el SARS.

“También se están haciendo esfuerzos por aislar el virus. De esta manera se podría comenzar a conocer mejor y a desarrollar potenciales vacunas o tratamientos, además de elaborar pruebas diagnósticas específicas”, consideran los investigadores Vergara, Joaquim Segalés y Xavier Abad, del CReSA-IRTA.

lavanguardia


Etiquetas: coronavirus   origen  


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