La tensión por el intento de Marruecos de apropiarse unilateralmente de aguas próximas a Canarias marca la visita que realiza este viernes la ministra de Exteriores a Marruecos. El viaje, concebido inicialmente como muestra del valor estratégico que España otorga a su socio magrebí, se ha tenido que reorientar a última hora para dar cabida a la discusión sobre esos territorios marítimos. La ministra trasladará a su homólogo marroquí, Nasser Burita, que no caben acciones unilaterales para resolver una jurisdicción que debe hacerse con acuerdo ante la ONU.
El primer viaje bilateral de Arancha González Laya, que tomó posesión de su cargo la semana pasada, perseguía un contacto más cercano desde el principio con un socio muchas veces incómodo pero irrenunciable para la política exterior española. El control de la migración desde las costas marroquíes a las españolas y la relación de Marruecos con la UE, con España como nexo de unión, figuraban entre los principales asuntos bilaterales. Pero la aprobación por parte del Parlamento marroquí de dos leyes que acotan unilateralmente las aguas de explotación exclusiva de Marruecos, que se solapan con las que rodean Canarias, ha trastocado la agencia, que incluye un encuentro con el jefe del Ejecutivo, Saadedín el Otmani, y con el ministro de Exteriores, Nasser Burita.
La ministra no regresará directamente a España tras su visita a Marruecos. De Rabat partirá hacia Canarias para tratar de tranquilizar a las autoridades respecto a las intenciones del país magrebí, según anunció ayer en Twitter. Arancha González Laya se entrevistará el sábado con el presidente canario, el socialista Ángel Víctor Torres, que ha mostrado preocupación por el movimiento unilateral marroquí. Inicialmente tenía prevista una visita a Argelia desde Rabat, pero se ha cancelado “por problemas de agenda”, según relatan fuentes diplomáticas.
Más allá de este contencioso, en la lista de reclamaciones de Marruecos a las autoridades españolas figura, desde hace más de un año, que se agilice el sistema de concesión de visados temporales. Los ciudadanos se quejan en las redes sociales del “muro burocrático” que tienen que superar para conseguir una cita en los consulados de Casablanca y Marrakech, dos de las ciudades más pobladas.
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