Así hackeó el príncipe el móvil de Bezos y así lo descubrió el fundador de Amazon

  24 Enero 2020    Leído: 977
Así hackeó el príncipe el móvil de Bezos y así lo descubrió el fundador de Amazon

Durante la primavera de 2018, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, viajó a los Estados Unidos para protagonizar una gira de tres semanas en la que presentó su país como un reino progresista y basado en una estrategia económica con una dependencia del petróleo decreciente. Un plan para embelesar a la elite estadounidense y codearse con celebridades.

En su lista de personajes importantes a los que seducir se encontraba el multimillonario y fundador de Amazon, Jeff Bezos. La toma de contacto entre ambos tuvo lugar la noche del 4 de abril en Los Ángeles. Existen motivos de sobra para creer que fue una cena cargada de tensión. Por aquel entonces Amazon mantenía una estrategia de presión para expandir su presencia en Oriente Medio y, en concreto, en Arabia Saudí. Por no mencionar que Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post , también propiedad de Bezos, había publicado artículos muy críticos con el príncipe. El mismo Khashoggi que cinco meses después fue asesinado en el consulado del reino árabe en Estambul.

Si bien se desconoce el contenido de la conversación que ambos hombres mantuvieron aquella noche, sí se sabe que se intercambiaron los números de teléfono para poder mantenerse en contacto. Fue a partir de su primera conversación telemática cuando el príncipe heredero de Arabia Saudí intervino, supuestamente, el teléfono móvil de Bezos, según una publicación exclusiva del diario británico The Guardian que ha dado a conocer la acusación.

Unas cuatro semanas después de aquella cena, concretamente el 1 de mayo, Jeff Bezos recibió un mensaje de WhatsApp de la cuenta del príncipe, que llegó “inesperadamente y sin explicación, lo que significa que no fue discutido por las partes antes de ser enviado”, según un informe de noviembre de 2019 de FTI Consulting Inc., la firma de asesoría comercial que Bezos contrató para analizar su teléfono. El mensaje incluía un video de 4,22 MB que “comenzó una filtración masiva y no autorizada de datos del teléfono de Bezos”, según el informe que The Guardian considera como prueba en su exclusiva.

El análisis se realizó en un “entorno de laboratorio bien equipado y seguro, que incluye imágenes forenses del teléfono de Bezos y análisis del comportamiento del teléfono en una red de espacio aislado”, dice el informe.

El rotativo británico sostiene que el mensaje que envió Mohammed Bin Salman a Bezos contenía un malware, un archivo malicioso responsable de un presunto “hack” en el móvil. Una versión que este miércoles han respaldado dos expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas. “La información que hemos recibido sugiere la posible participación del príncipe heredero en la vigilancia del Sr. Bezos, en un esfuerzo para influenciar, si no silenciar, los informes del Washington Post sobre Arabia Saudita”, declaran en un informe.

La embajada saudí se ha apresurado a negar su participación en dicho ataque, y no ha dudado en calificar las anteriores acusaciones de “absurdas”.

Nueve meses después de recibir el vídeo en cuestión, el National Enquirer , un periódico dedicado a publicar contenido relacionado con celebridades, trató de chantajear a Bezos, amenazándolo con publicar fotos y textos personales de él un mes después de que publicara un artículo en el que sostenía que el multimillonario mantenía una relación extramatrimonial. La historia incluía mensajes de texto que se enviaron sólo unos días después de que el teléfono móvil de Bezos recibiera el mensaje de WhatsApp con el archivo malicioso.

Ante esto, Bezos mandó a Gavin de Becker, un consultor de seguridad, que iniciara una investigación para averiguar cómo se había filtrado esta información. Las indagaciones concluyeron “con gran confianza de que los sauditas tenían acceso al teléfono de Bezos y obtuvieron información privada”, según publicó Becker en el Daily Beast.

El gobierno saudí parecía tener una cruzada en contra del Washington Post, propiedad de Bezos. En octubre de 2018 Khashoggi fue asesinado por agentes del gobierno saudita y el Washington Post publicó “revelaciones en constante expansión” sobre el papel del gobierno saudita y del príncipe heredero personalmente, según los expertos de la ONU. A todo esto siguió una campaña de desprestigio en contra de Bezos: en noviembre de 2018, el hashtag más popular en la región saudí de Twitter era “Boicot a Amazon”.

Becker contrató a FTI Consulting el 24 de febrero de 2019 para hacer el análisis del teléfono de Bezos. El análisis concluye que una vez Bezos recibió el archivo de vídeo proveniente de la cuenta del príncipe, la cantidad de datos que transmitía su móvil de promedio al día cambió drásticamente. Si en los seis meses anteriores tenía una salida de 430 KB al día de media, horas después a la recepción del vídeo de WhatsApp la cuantía aumentó a 126 MB, según el informe de FTI Consulting. Sus conclusiones son, así pues, que los saudíes lograron “acceder” al teléfono de Bezos y “obtener información privada” sobre él.

Es a partir de este punto cuando entra en juego la colaboración de los dos expertos de la ONU que, además, ya estaban investigando el asesinato de Khashoggi. Uno de ellos es David Kaye, el relator especial de la ONU sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión. En una entrevista, Kaye dijo que “las acusaciones aquí son muy graves, se trata de un gobierno extranjero que compromete la cuenta de comunicaciones de un teléfono de un ciudadano estadounidense”, dijo Kaye en una entrevista. “Claramente hay suficiente para que las autoridades federales examinen esto”.

Ante estas acusaciones, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman, se ha mantenido en silencio. Aunque el 16 de febrero de 2019, según el informe de FTI Consulting, Bezos recibió otro mensaje de WhatsApp del príncipe en el que decía: “Jeff, todo lo que escuchas o le dices no es cierto y es cuestión de tiempo que sepas que sabes la verdad. “No hay nada en contra tuya o Amazon por parte mía o de Arabia Saudita”.

La Casa Blanca aún no ha dado señales de vida

La posibilidad de que el líder de una de las mayores compañías de Estados Unidos haya sido objetivo de una campaña de espionaje y desprestigio por parte del gobierno saudí, pone en una situación incómoda a la Casa Blanca. El presidente Donald Trump se mostró más bien reacio a condenar a Bin Salman por el asesinato de Khashoggi y, en esta ocasión, no parece dispuesto a romper sus vínculos con él.

lavanguardia


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