Tras dar por finiquitado el proceso de mediación en Venezuela auspiciado por Noruega, el presidente “encargado” del país, Juan Guaidó, buscó este miércoles en Bruselas el apoyo de la Unión Europea para seguir con las sanciones para arrinconar a Nicolás Maduro. El líder de la oposición puso todo el acento en la “presión” al régimen, pero no negó “una oportunidad” al grupo de contacto por el que sigue apostando el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, que abogó por una solución “pacífica y democrática” de la crisis.
Tras su visita con alfombra roja en Londres, Guaidó paró en la ciudad en la que se ganó una de sus primeras victorias diplomáticas. Hace un año, el Parlamento Europeo fue una de las primeras instituciones del continente que reconoció al líder opositor como presidente interino de Venezuela. Luego vendrían la mayoría de los Estados, aunque el veto de Italia impidió a la UE hacerlo en bloque.
Si la cuestión venezolana había quedado arrinconada por la crisis en Oriente Próximo, Guaidó volvió a situarla en el centro del debate de política exterior. En su visita de este miércoles, el líder venezolano recibió el “firme apoyo” de Borrell, quien reiteró su apoyo a la Asamblea Nacional como “único órgano elegido democráticamente en Venezuela” y a Guaidó como “presidente legítimo”.
Según una portavoz comunitaria, Borrell reiteró a Guaidó, quien también se reunió con el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, el “compromiso” de la UE con un proceso que lleve a unas “elecciones presidenciales y legislativas creíbles y transparentes”.
No hubo comparecencia de Borrell y Guaidó, pero el líder venezolano sí atendió a los medios por la tarde en la Eurocámara, acompañado por representantes del PSOE, PP, Ciudadanos y Vox. En su intervención, no cerró la puerta al diálogo, pero no se mostró entusiasmado con la senda de la que por ahora no quiere separarse Europa. “Los caminos de la diplomacia son necesarios, pero la lógica de Maduro no es política, responde más a un cartel de drogas o a la mafia”, terció.
Tras recordar que ya intentaron el diálogo “a través de la mediación” auspiciada por Noruega, no cerró la puerta a una solución del grupo de contacto, que se creó hace un año, cuando en principio se le dio un mandato de 90 días para que el proceso no se eternizara. “Hay una oportunidad con el grupo de contacto”, afirmó. Precisamente, Borrell insistió tras el Consejo del pasado lunes en convocar una reunión del grupo internacional cuanto antes. La nueva titular de Exteriores de España, Arancha González Laya, coincidió con el Alto Representante y ofreció Madrid como sede del encuentro.
Divergencia de criterios
En cambio, los países de la UE descartaron por ahora nuevas sanciones, en contra del criterio de la Eurocámara. La UE viene aplicándolas desde 2017 a varios dirigentes de Maduro que considera que han violado los derechos humanos o han atentado contra la democracia. Ese castigo consiste, por ejemplo, en la congelación de cuentas en el extranjero o la prohibición de viajar. El Parlamento Europeo, más partidario de la mano dura, pidió la semana pasada la ampliación de sanciones. El Consejo, sin embargo, volvió a rechazarlo.
Guaidó pidió a la UE, sin embargo, que no descarte esa posibilidad. Ante una “crisis humanitaria” que afecta a “siete millones de personas”, el líder opositor consideró que Europa debe presionar para buscar una “alternativa pragmática y realista en la región”. Por ello pidió a los líderes del continente dos cosas: la primera, que consideren el oro venezolano —con el que dijo que Maduro financia a guerrillas del ELN en Colombia— como un “oro de sangre”. Y segundo, que “mejore y afine el proceso de sanciones personales a violadores de derechos humanos y corruptos para que no crean que se pueden burlar del mundo libre al perpetrar esta situación”.
Guaidó, que dijo que su viaje a Europa busca “poner fin a la tragedia”, agradeció los apoyos que han salido de la Eurocámara hacia Caracas y se mostró convencido de que Europa “dará los pasos necesarios para acabar con ese ecocidio y etnocidio”. Y añadió que no está solo en su batalla. “Los venezolanos no solo están firmes, sino también determinados. Hay un país unificado en torno a conseguir libertad y democracia”, remachó.
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