"El Gobierno de Wuhan tomó medidas para controlar la entrada y salida de la ciudad para evitar una mayor propagación de la epidemia del nuevo tipo de coronavirus", dice el medio.

Asimismo, las autoridades de la ciudad prohibieron la salida de grupos organizados de turistas, indicó.

Se llevará a cabo una inspección selectiva de los vehículos privados que entran y salen de la ciudad en busca de aves vivas y animales salvajes, agregó el medio.

Además, el periódico comunicó que se instalaron dispositivos de medición de temperatura por infrarrojos en el aeropuerto, en las estaciones ferrocarriles así como en las estaciones de autobuses de larga distancia.

El portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang, declaró el 21 de enero que los controles mejorados en Wuhan no implican una prohibición total de abandonar la ciudad.

Poco antes, la Comisión Nacional china de Salud dejó constancia de 291 casos confirmados del coronavirus 2019-nCoV a lo largo del país, entre ellos 270 en la provincia de Hubei, 5 en Pekín, 14 en Cantón y 2 en Shanghái, así como de al menos 54 casos sospechosos.

Por su parte, el alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, informó que hasta el 20 de enero el balance de víctimas mortales que el coronavirus 2019-nCoV dejó en esta ciudad china ascendió a seis.

Un brote de neumonía de origen desconocido se registró en la ciudad china de Wuhan a finales de diciembre de 2019.

El pasado 9 de enero se estableció que su causante es una nueva cepa de coronavirus, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) denominó 2019-nCoV.

El coronavirus 2019-nCoV ya traspasó las fronteras chinas al detectarse casos confirmados en Corea del Sur, Japón y Tailandia.

Los síntomas de la enfermedad son similares a los de un resfriado y pueden incluir fiebre, tos y disnea (dificultad para respirar).

En los casos más graves, la infección puede derivar en neumonía, fallo renal e incluso la muerte.

La OMS convocó para el 22 de enero una reunión para decidir si se trata de una situación de emergencia internacional.

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