Elementos de la Guardia Nacional de México lograron, no obstante, contener a muchos de los emigrantes que en un acto de desesperación se habían lanzado en masa a atravesar el río para poder continuar su viaje hacia Estados Unidos.
«Crucemos a México», gritaban emocionados algunos emigrantes tras cruzar el Suchiate y entrar en el municipio mexicano de Ciudad Hidalgo. Sin embargo, la Guardia Nacional consiguió que retrocedieran y volvieran a Guatemala, ya que lanzaron gases lacrimógenos y formaron un muro humano que les cerró el paso. Algunos emigrantes consiguieron romper el cerco, pero fueron interceptados por las autoridades mexicanas que han desplegado un operativo por las carreteras al sur del país para evitar que los centroamericanos puedan reagruparse y formar una nueva caravana.
Alrededor de 2.000 centroamericanos —sobre todo hondureños— conforman una caravana que llegó el fin de semana a Tecún Umán, ciudad guatemalteca al otro lado del Suchiate. El sábado, los emigrantes forcejearon también con los militares sobre el puente que conecta ambos países, puesto que México quiere que entren de manera legal. Por ello, México les ha pedido que se organicen en grupos de veinte para que sus agentes migratorios analicen individualmente cada caso.
Con el objetivo de desarticular la caravana, el Gobierno de México ha propuesto más de 4.000 empleos para los centroamericanos en sur del país, una oferta de visado que no les permitiría avanzar hacia Estados Unidos. Además, México ha enviado cerca de 600 efectivos de la Guardia Nacional a Ciudad Hidalgo para reforzar la seguridad fronteriza y que no vuelva a ocurrir como a finales de 2018, cuando una enorme caravana de centroamericanos recorrió todo el país hacia el norte.
En junio del año pasado, México firmó un acuerdo con Estados Unidos que le compromete a detener el avance de emigrantes a cambio de que Washington no imponga aranceles sobre todos sus productos importados.
Cada año unos 500.000 centroamericanos atraviesan México para intentar entrar en Estados Unidos, según estima Médicos Sin Fronteras. El fenómeno de las caravanas ganó popularidad en 2018 como un mecanismo que ayuda a los emigrantes a atravesar México de manera más segura que si fueran solos, ya que normalmente sufren extorsión, robo o incluso secuestro.
ABC
