“Argelia está dispuesta a actuar como país anfitrión del esperado diálogo entre los hermanos libios”, afirmó ayer domingo el nuevo presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune.

De acuerdo con el mandatario argelino, la seguridad y estabilidad en Libia son parte de la seguridad en Argelia y de toda la región, y la mejor forma de preservar la seguridad regional es por medio de la cooperación y ayudando a los vecinos en la “lucha contra el terrorismo y el extremismo”.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., intervino militarmente en Libia en 2011 so pretexto de restaurar la seguridad, sin embargo, después de dicha agresión militar, el país africano se halla sumido en una guerra civil y se ha convertido en un refugio para grupos terroristas de todos los rincones del mundo.

Ahora, en Libia se libra una guerra civil entre las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar —que goza del apoyo de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y EE.UU.—, cuyas tropas intentan tomar la capital Trípoli desde hace nueve meses, y las fuerzas leales a Fayez Al-Sarraj, el jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), gobierno reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En este sentido, el mandatario de Argelia pidió que se elabore una “hoja de ruta clara” a fin de resolver la crisis del país árabe, y llamó a las contrapartes en lid en Libia a sentarse a la mesa de negociaciones para solucionar el conflicto a través del “diálogo y medios pacíficos”.

Las declaraciones de Tebboune se produjeron después de que el domingo arrancó en Berlín, capital alemana, una conferencia internacional sobre el conflicto libio, celebrada bajo los auspicios de la ONU. Los países involucrados en el conflicto libio acordaron reforzar el cese al fuego y el embargo de armas al país árabe.

HispanTV

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