El presidente estadounidense, Donald Trump, siguió en tiempo real el ataque de EE.UU. del pasado 2 de enero en Bagdad (Irak), que acabó con la vida del importante general iraní Qassem Soleimani, de acuerdo con un audio obtenido este sábado por la cadena CNN.
Los detalles de la acción fueron revelados por el propio inquilino de la Casa Blanca durante una reunión privada con los patrocinadores del Partido Republicano, que se celebró este viernes en Mar-a-Lago, el complejo turístico de Trump en Palm Beach (Florida).
En particular, Donald Trump reveló que escuchó las conversaciones del Ejército de EE.UU., que observaban el ataque desde "cámaras que están a kilómetros de distancia".
Los militares, entre otras cosas, informaron al presidente que el general iraní había llegado al Aeropuerto Internacional de Bagdad, donde se encontró con el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
Luego, el Ejército reportó que Soleimani y Al Muhandis estaban en un "vehículo blindado", y que a partir de ese momento faltaba "aproximadamente un minuto" para su muerte
"Treinta segundos. Diez, nueve, ocho... [...] Y, de repente, ¡bum!", recordó Trump, agregando que el ataque eliminó a "dos por el precio de uno", refiriéndose al líder de Kataib Hezbolá.
¿Por qué Trump autorizó el ataque?
Durante su discurso Trump afirmó que Qassem Soleimani, que lideraba las Fuerzas Quds —la unidad de élite del CGRI responsable de las operaciones especiales en el extranjero— "había dicho cosas malas" sobre EE.UU. antes del ataque, lo que lo llevó a la decisión de autorizar su asesinato.
"¿Cuánta de esta mierda tenemos que escuchar?", preguntó el presidente, quien, sin embargo, no describió la "amenaza inminente" que le hizo tomar la decisión de matar a Soleimani, que fue la justificación utilizada por los funcionarios de la Administración después del ataque.
En su lugar, el mandatario norteamericano calificó al general iraní como un "terrorista conocido" que "estaba en la lista" de EE.UU., al tiempo que reconoció que el ataque "sacudió al mundo".
Nueva ronda de tensiones
El ataque de EE.UU. en Bagdad del pasado 2 enero acabó con la vida de 10 personas además de Qassem Soleimani y Abu Mahdi al Muhandis. El Pentágono afirmó que este ataque "tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes" y acusó a Soleimani de "desarrollar activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región".
Qassem Soleimani fue una figura clave en la dirección de las acciones militares de Irán en Oriente Medio. Estaba al frente de los servicios de inteligencia iraníes y gozaba de una gran popularidad en su país gracias a sus numerosos méritos, entre los que se cuenta haber dirigido la lucha de milicias chiitas contra el Estado Islámico en Irak y Siria.
La República Islámica prometió vengar el asesinato. Así, el presidente iraní, Hasán Rohaní, señaló que su país, así como otros países de la región, "vengarán el martirio de Soleimani", mientras que el líder supremo, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, afirmó que a los "criminales" que mataron al general les espera una dura venganza.
El pasado 8 de enero, Irán lanzó decenas de misiles balísticos de corto alcance contra la base aérea estadounidense de Al Asad, ubicada en el oeste de Irak, y contra una instalación de EE.UU. en la región kurda. En el ataque resultaron heridos 11 soldados estadounidenses.
Horas después del ataque iraní, Donald Trump ofreció un discurso en el que dijo que su país continuará ejerciendo "la máxima presión" sobre Irán e impondrá "sanciones económicas adicionales". RT
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