“Generaremos las condiciones que nos conducirán a la libertad. Y les aseguro que la vuelta a nuestro país estará llena de buenas noticias”, ha escrito este domingo Guaidó en Twitter, después de que Duque confirmase su llegada a Bogotá. El giro dado por el líder opositor, un movimiento que permanecía en la máxima reserva, afianza el apoyo de Estados Unidos a Guaidó, en un momento en el que la presión que el líder opositor lograba en el interior de su país había minado.
El presidente colombiano, Iván Duque, informó de que la tarde de este domingo mantendrá un encuentro de trabajo con Guaidó en la Casa de Nariño al confirmar su llegada a Bogotá. Desde que llegó al poder en agosto de 2018, Duque ha sido un feroz crítico de la “dictadura” de Maduro y uno de los mayores apoyos de Guaidó, al que reconoce como presidente encargado. Colombia, que comparte más de 2.200 kilómetros de frontera con Venezuela y acoge a más 1,6 millones de migrantes venezolanos, es uno de los miembros más entusiastas del Grupo de Lima y ha promovido en sintonía con Washington el “cerco diplomático” contra el régimen chavista.
El mandatario colombiano también confirmó que Guaidó participará este lunes en la Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, junto al secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo. La cumbre tendrá lugar en la escuela de cadetes de la policía en Bogotá, el mismo lugar donde hace un año el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en Colombia, atentó con un coche bomba que provocó la muerte de 22 jóvenes uniformados. El Ejecutivo de Duque ha denunciado insistentemente, incluso ante la ONU, que Maduro ha dado refugio del otro lado de la frontera a grupos terroristas, en alusión tanto al ELN como a las disidencias de las FARC.
La salida clandestina de Guaidó de Venezuela se produce pocos días después de que se afianzara la estrategia del chavismo para debilitar su poder en la Asamblea Nacional. El oficialismo reconoce, desde el 5 de enero, al diputado opositor disidente Luis Parra como presidente del Parlamento, pese a que la oposición calificó esa elección de fraudulenta. Guaidó renovó su mandato en una sesión paralela en la sede de un periódico, acreditando más apoyos que Parra.
El último movimiento de Guaidó se conoce el mismo día en que el diario The Washington Post publica una entrevista con Nicolás Maduro en la que el presidente venezolano asegura tener el control de la situación interna del país y que estaría dispuesto a entablar un diálogo directo con Estados Unidos. Esta semana, durante la rendición de cuentas ante la chavista Asamblea Nacional Constituyente, Maduro invitó a la Unión Europea y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a que participasen en la observación electoral de los comicios parlamentarios que se celebrarán este año.
La primera salida clandestina de Guaidó de Venezuela, en febrero del año pasado, estuvo envuelta de polémica. Con el paso de los meses se conocieron unas fotos en las que el líder opositor aparecía junto a varios líderes paramilitares del grupo de Los Rastrojos, que le habrían ayudado a cruzar la frontera entre Venezuela y Colombia, un territorio controlado generalmente por grupos criminales. Guaidó negó a este diario en diciembre que hubiese recibido colaboración alguna de estos sujetos.
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