Una enfermera de Texas (EE.UU.) sospechosa de múltiples asesinatos de niños, se declaró culpable y fue sentenciada a cadena perpetua este jueves por haber causado la muerte a un bebé de 11 meses en 1981. Genene Jones, de 69 años, proporcionó a Joshua Sawyer una sobredosis de un medicamento anticonvulsivo.
En el 2017, junto al caso del pequeño Joshua, los fiscales presentaron cuatro cargos más relacionados con la muerte de cuatro niños -cuya edad variaba de 3 meses a 2 años- a principios de la década de 1980, pero fueron desestimados, informa AP News.
Según indicaron, los niños murieron por ataques inexplicables y otras complicaciones, mientras Jones estuvo trabajando en un hospital de San Antonio. Asimismo, uno de fiscales señaló que Jones pudo haber matado a unos 60 niños.
La mujer ya había sido sentenciada previamente por otros asesinatos de menores, en 1984, y fue condenada a 99 años de prisión por el asesinato de Chelsea McClellan, de 15 meses, y a 60 años por causar una enfermedad a Rolando Santos, de 4 semanas de edad. Chelsea recibió una inyección letal de un relajante muscular y Rolando fue infiltrado con anticoagulante.
Por dichos crímenes la mujer logró salir en libertad en el 2018, debido a una ley que estaba vigente cuando fue sentenciada. Pero esta vez, según la fiscal Catherine Babbitt, está previsto que la mujer pueda optar a la libertad condicional dentro de 18 años. Asimismo, reveló que los motivos de sus crímenes nunca pudieron ser determinados.
"Espero que vivas una vida larga y miserable tras las rejas. Adiós", dijo a Jones la madre de Joshua, Connie Weeks, al escuchar la condena. RT
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